Publicado 23/06/2021 17:11

ADN de sedimentos sitúa también a nuestra especie en la cueva Denisova

Archivo - Acceso a la cueva Denisova
Archivo - Acceso a la cueva Denisova - RICHARD G. ROBERT/INSTITUTO MAX PLANCK - Archivo

   MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

   ADN de 728 muestras de sedimentos de la cueva Denisova ha proporcionado detalles sin precedentes sobre la ocupación de este sitio por humanos arcaicos y modernos durante 300.000 años.

   Según publican Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en la revista 'Nature', detectaron el ADN de los neandertales y los denisovanos, las dos formas de homínidos arcaicos que habitaban la cueva y, por primera vez, el ADN de los humanos modernos que surgieron en la época de la aparición de una cultura arqueológica llamada Paleolítico Superior Inicial, hace unos 45.000 años.

   La cueva de Denisova está situada en las montañas de Altái, en el sur de Siberia, y es famosa por el descubrimiento de los denisovanos, una forma extinta de humanos arcaicos que se cree que ocuparon grandes partes de Asia central y oriental. En el yacimiento también se han encontrado restos neandertales, así como un hueso de un niño que tenía una madre neandertal y un padre denisovano, lo que demuestra que ambos grupos se encontraron en la región.

   Sin embargo, hasta ahora sólo se han recuperado ocho fragmentos óseos y dientes de neandertales y denisovanos de los yacimientos de la cueva de Denisova, que abarcan un periodo de tiempo de más de 300.000 años. Son muy pocos fósiles para reconstruir en detalle la historia ocupacional del yacimiento, o para relacionar los diferentes tipos de herramientas de piedra y otros artefactos encontrados en la cueva de Denisova con grupos de homínidos específicos.

   Por ejemplo, el descubrimiento de joyas y colgantes típicos de la llamada cultura del Paleolítico Superior Inicial en capas de aproximadamente 45.000 años de antigüedad ha suscitado debates sobre si los creadores de estos artefactos fueron los denisovanos, los neandertales o los humanos modernos.

   Michael Shunkov, de la rama siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia, que dirige las excavaciones en la cueva de Denisova, reunió a un equipo interdisciplinar de arqueólogos, genetistas, geocronólogos y otros científicos para estudiar este yacimiento único.

   Los investigadores han realizado el mayor análisis jamás realizado del ADN de los sedimentos de una sola excavación. "El análisis del ADN de los sedimentos ofrece una magnífica oportunidad para combinar las fechas que habíamos determinado anteriormente para los depósitos de la cueva de Denisova con las pruebas moleculares de la presencia de personas y fauna", afirma Richard "Bert" Roberts, de la Universidad de Wollongong (Australia).

   El equipo de geocronólogos dirigido por él y Zenobia Jacobs recogió más de 700 muestras de sedimentos en una densa cuadrícula de los perfiles de sedimentos expuestos en la cueva. "Sólo recoger las muestras de las tres cámaras de la cueva y documentar su ubicación precisa nos llevó más de una semana", recuerda Jacobs en un comunicado.

   Cuando las muestras llegaron al Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, Elena Zavala, autora principal del estudio, pasó otros dos años en el laboratorio para extraer y secuenciar pequeños restos de ADN mitocondrial de homínidos y animales antiguos de esta enorme colección de muestras. "Estos esfuerzos dieron sus frutos y detectamos el ADN de denisovanos, neandertales o antiguos humanos modernos en 175 de las muestras", afirma Zavala.

   Al cotejar los perfiles de ADN con las edades de las capas, los investigadores descubrieron que el ADN de los primeros homínidos pertenecía a los denisovanos, lo que indica que éstos fabricaron las herramientas de piedra más antiguas del yacimiento hace entre 250.000 y 170.000 años.

   Los primeros neandertales llegaron hacia el final de este periodo de tiempo, tras lo cual tanto denisovanos como neandertales frecuentaron el yacimiento, excepto entre hace 130.000 y 100.000 años, cuando no se detectó ADN denisovano en los sedimentos. Los denisovanos que volvieron después de esta época llevaban un ADN mitocondrial diferente, lo que sugiere que una población distinta llegó a la región.

   El ADN mitocondrial de los humanos modernos aparece por primera vez en las capas que contienen herramientas y otros objetos del Paleolítico Superior inicial, que son mucho más diversos que en las capas más antiguas. "Esto proporciona no sólo la primera prueba de la presencia de antiguos humanos modernos en el yacimiento, sino que también sugiere que pueden haber traído con ellos nueva tecnología a la región", afirma Zavala.

   Los científicos estudiaron el ADN animal e identificaron dos periodos de tiempo en los que se produjeron cambios tanto en las poblaciones de animales como de homínidos. El primero, hace unos 190.000 años, coincidió con un cambio de condiciones relativamente cálidas (interglaciares) a un clima relativamente frío (glaciar), cuando las poblaciones de hienas y osos cambiaron y los neandertales aparecieron por primera vez en la cueva.

   El segundo cambio importante se produjo entre hace 130.000 y 100.000 años, junto con un cambio de clima de condiciones relativamente frías a relativamente cálidas. Durante este periodo, los denisovanos estuvieron ausentes y las poblaciones de animales volvieron a cambiar.

   "Creo que nuestros colegas rusos que excavan este asombroso yacimiento han sentado las bases para muchas excavaciones arqueológicas futuras con su cuidadosa recogida de muchas muestras de cada capa arqueológica para el análisis del ADN", afirma Svante Pbo, que inició el estudio con el equipo ruso.

   "Ser capaz de generar datos genéticos tan densos a partir de un yacimiento arqueológico es como un sueño hecho realidad, y esto es sólo el principio --añade Matthias Meyer, autor principal del estudio--. Hay tanta información escondida en los sedimentos: nos mantendrá ocupados a nosotros y a muchos otros genetistas durante toda la vida".