Publicado 12/01/2023 17:12

Antiguos genomas siberianos revelan reflujo genético desde Norteamérica

Imagen de uno de los cadáveres analizados
Imagen de uno de los cadáveres analizados - NADEZHDA F. STEPANOVA

   MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Una descripción de los genomas de diez individuos de hasta 7.500 años de antigüedad ha revelado un flujo genético de personas desplazadas desde Norteamérica al norte de Asia.

   El desplazamiento de personas a través del mar de Bering desde el norte de Asia hasta Norteamérica es un fenómeno bien conocido de la historia humana primitiva, pero la composición genética de las personas que vivieron en el norte de Asia durante esta época ha seguido siendo un misterio debido al limitado número de genomas antiguos analizados de esta región.

   La nueva investigación, publicada en la revista 'Current Biology', revela la existencia de un grupo de siberianos de principios del Holoceno que vivieron en la región neolítica de Altai-Sayan, cerca de donde confluyen Rusia, China, Mongolia y Kazajstán. Los datos genéticos muestran que descendían tanto de pueblos paleosiberianos como de la antigua Eurasia septentrional.

   "Describimos una población de cazadores-recolectores del Altai de hasta 7.500 años de antigüedad, desconocida hasta ahora, que es una mezcla de dos grupos distintos que vivieron en Siberia durante la última Edad de Hielo", explica Cosimo Posth, de la Universidad de Tubinga (Alemania) y autor principal del estudio.

   "El grupo de cazadores-recolectores de Altai contribuyó a muchas poblaciones contemporáneas y posteriores de todo el norte de Asia, lo que demuestra la gran movilidad de esas comunidades de forrajeo", añade.

   Posth señala que la región de Altai es conocida en los medios de comunicación por ser el lugar donde se descubrió un nuevo grupo de homínidos arcaicos, los denisovanos, pero la región también tiene importancia en la historia de la humanidad como encrucijada de movimientos de población entre el norte de Siberia, Asia Central y Asia Oriental a lo largo de milenios.

   Posth y sus colegas informan de que la reserva genética única que descubrieron puede representar una fuente óptima para la población relacionada con la antigua Eurasia septentrional inferida que contribuyó a los grupos de la Edad del Bronce de Asia septentrional e interior, como los cazadores-recolectores del lago Baikal, los pastores asociados a Okunevo y las momias de la cuenca del Tarim.

   También descubrieron la ascendencia de la antigua Asia nororiental, que se había descrito inicialmente en cazadores-recolectores neolíticos del Lejano Oriente ruso, en otro individuo neolítico de Altai-Sayan asociado a rasgos culturales distintivos.

   Los hallazgos revelan la propagación de la ascendencia de la antigua Asia nororiental unos 1.500 kilómetros más al oeste de lo que se había observado anteriormente. En el Lejano Oriente ruso también identificaron individuos de 7.000 años de antigüedad con ascendencia asociada a Jomon, lo que indica vínculos con grupos de cazadores-recolectores del archipiélago japonés.

   Los datos también concuerdan con múltiples fases de flujo genético desde Norteamérica hasta el noreste de Asia en los últimos 5.000 años, llegando hasta la península de Kamchatka y Siberia central. Los investigadores señalan que los hallazgos ponen de relieve una población ampliamente interconectada en todo el norte de Asia desde principios del Holoceno.

   "El hallazgo que más me sorprendió es el de un individuo datado en un periodo similar al de los demás cazadores-recolectores de Altai, pero con un perfil genético completamente distinto, que muestra afinidades genéticas con poblaciones situadas en el Lejano Oriente ruso", afirma Ke Wang, de la Universidad de Fudan (China) y autor principal del estudio.

   "Curiosamente, el individuo de Nizhnetytkesken se encontró en una cueva que contenía un rico ajuar funerario con un traje religioso y objetos interpretados como posible representación del chamanismo", añade.

   Wang afirma que el hallazgo implica que individuos con perfiles y antecedentes muy diferentes vivían en la misma región alrededor de la misma época.

   "No está claro si el individuo de Nizhnetytkesken procedía de lejos o la población de la que derivó se encontraba cerca --señala--. Sin embargo, su ajuar funerario parece diferente al de otros contextos arqueológicos locales, lo que implica la movilidad de individuos cultural y genéticamente diversos en la región de Altai".

   Los datos genéticos del Altai muestran que el norte de Asia albergaba grupos altamente conectados hace ya 10.000 años, a través de largas distancias geográficas. "Esto sugiere que las migraciones y mezclas humanas eran la norma y no la excepción también para las antiguas sociedades de cazadores-recolectores", destaca Posth.