MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Antiguos valles fluviales, excavados hace menos de 3.000 millones de años durante la Época Amazónica Temprana de Marte, diseccionan las laderas del volcán marciano Alba Mons.
Para comprender la historia geológica e hidrológica más reciente de Marte, tres científicos del Planetary Science Institute (PSI) utilizaron las imágenes de alta resolución y datos topográficos más recientes de Marte, junto con modelos hidrológicos, para caracterizar estos valles fluviales en un artículo publicado en la revista Earth and Space Science.
"Las laderas de Alba Mons consisten en flujos y tubos de lava que representan su actividad eruptiva anterior y que han sido diseccionados por valles alargados y sinuosos dispuestos en patrones distintivos", afirmó en un comunicado David Crown, científico sénior del PSI y coautor del estudio.
El equipo elaboró mapas digitales detallados de estos valles fluviales y correlacionó su abundancia con las diferentes pendientes de la superficie del volcán. Alba Mons es amplio y tiene una cima plana, por lo que en su cima y en sus laderas meridionales hay menos valles. La disección fluvial más intensa se concentra en las laderas norte y noroeste. Encontraron redes de drenaje bien desarrolladas en paralelo y patrones dendríticos (o arborescentes) que sugieren un flujo periódico de agua de deshielo, así como evidencia sólida de un historial de precipitaciones generalizadas.
"Al igual que en gran parte de Marte, la degradación de la superficie oculta la evidencia de antiguos sistemas fluviales del período amazónico temprano. Al combinar múltiples conjuntos de datos, rastreamos las tenues señales que quedaron, a pesar de la fuerte modificación, revelando una historia de complejos ciclos climáticos grabados en el paisaje. Se podría decir que los valles no se pueden ocultar", afirmó el autor principal, Stephen Scheidt, científico investigador asociado del PSI.
"La investigación recientemente publicada es el resultado de estudios detallados de cartografía geológica de la región de la cumbre y el flanco occidental del Monte Alba, que documentan su evolución volcánica y la posterior modificación tectónica", afirmó Crown. "La cartografía geológica también generó una base de datos completa de valles fluviales que ha permitido analizar la erosión de la superficie de Alba Mons".