Publicado 22/11/2022 16:44

Astrónomos observan la estructura más interna de un chorro de cuásar

Imágenes de radioastronomía del chorro 3C 273.
Imágenes de radioastronomía del chorro 3C 273. - ESA/HUBBLE & NASA

   MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Un equipo internacional de científicos ha observado por primera vez el estrechamiento de un chorro de cuásar utilizando una red de radiotelescopios en todo el mundo.

   Los resultados sugieren que el estrechamiento del chorro es independiente del nivel de actividad de la galaxia que lo lanzó.

   Casi todas las galaxias albergan un agujero negro supermasivo en su centro. En algunos casos, el gas que cae hacia el agujero negro libera enormes cantidades de energía, creando un fenómeno conocido como cuásar. Los cuásares emiten estrechos chorros colimados de material a casi la velocidad de la luz. Pero cómo y dónde se coliman los chorros de cuásar ha sido un viejo misterio.

   Un equipo internacional dirigido por Hiroki Okino, estudiante de posgrado de la Universidad de Tokio, e integrado por miembros del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), el Instituto de Tecnología de Massachusetts, la Universidad de Kogakuin, el Colegio Nacional de Tecnología de Hachinohe y la Universidad de Niigata, capturó una imagen con la resolución angular más alta hasta la fecha que muestra la parte más profunda del chorro en un cuásar brillante conocido como 3C 273.

   El equipo descubrió que el chorro que fluye del cuásar se estrecha en una distancia muy larga. Esta parte del chorro que se estrecha continúa increíblemente lejos, mucho más allá del área donde domina la gravedad del agujero negro, informa el NAOJ en un comunicado.

   Los resultados muestran que la estructura del chorro es similar a los chorros lanzados desde galaxias cercanas con un núcleo activo de baja luminosidad. Esto indicaría que la colimación del chorro es independiente del nivel de actividad en la galaxia anfitriona, proporcionando una pista importante para desentrañar el funcionamiento interno de los chorros.

   La investigación ha sido publicada en The Astrophysical Journal el 22 de noviembre de 2022.