Publicado 10/09/2025 12:47

Un dispositivo que permite recuperar la percepción táctil a personas con prótesis recibe el James Dyson Award 2025

Haptika.
Haptika. - DYSON.

   MADRID, 10 Sep. (Portaltic/EP) -

   Un proyecto de un dispositivo que devuelve la percepción táctil a personas con prótesis ha sido galardonado con el James Dyson Award 2025, desarrollado por un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña.

   El James Dyson Award, dirigido a jóvenes estudiantes y coordinado por la Fundación James Dyson, tiene el objetivo de impulsar e inspirar a la próxima generación de ingenieros y diseñadores a crear tecnologías que resuelvan problemas reales de la sociedad.

   En la edición de este año, la 20ª, el galardón ha premiado en fase nacional al proyecto Haptika, desarrollado por Jordi Puig, Albert Lladonosa, Jung Ji Suh y Núria Aguado, un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña, según ha recogido la compañía en una nota de prensa.

   En concreto, este proyecto consiste en un dispositivo portátil no invasivo que permite recuperar la percepción táctil, mejorar la precisión del agarre, el control motor y el rendimiento funcional, tanto en la vida diaria como en procesos de rehabilitación clínica, a personas con prótesis en miembros superiores.

   El dispositivo permite a quien lo lleva puesto recibir diferentes texturas, presiones y movimientos gracias a sensores que detectan la interacción con objetos y transmiten esta información al usuario.

   De esta manera, el dispositivo se compone de dos elementos principales: un guante con sensores y un brazalete háptico. El guante incorpora sensores de presión en tres de los dedos : pulgar, índice y corazón, lo que permite detectar el agarre y el contacto.

   Su diseño facilita la adaptación a la prótesis con forma de mano sin necesidad de modificaciones, y los datos captados por el guante se envían de manera inalámbrica al brazalete, eliminando la necesidad de cables y facilitando su uso.

   Por su parte, el brazalete cuenta con cinco motores de vibración distribuidos a lo largo de una correa elástica que se coloca en el muñón, y cuando el guante detecta presión, activa las vibraciones en la banda. A mayor fuerza de agarre, mayor intensidad de vibración, una retroalimentación que ayuda a los usuarios a regular la fuerza aplicada.

   Igualmente, el brazalete incluye botones para ajustar la intensidad y sensibilidad de las vibraciones, una batería recargable USB-C y una correa de velcro que permite colocarlo y ajustarlo con una sola mano.

   El motivo de esta iniciativa reside en que las prótesis existentes no permiten a las personas sentir lo que se toca, por lo que la falta de retroalimentación sensorial provoca que muchas personas abandonen el uso de sus prótesis o no logren integrarlas plenamente en su vida diaria.

   Asimismo, las soluciones actuales que sí ofrecen percepción táctil suelen ser invasivas, complejas y poco accesibles, dejando "un vacío importante en la mejora de la experiencia y la autonomía de las personas amputadas", como se explica en la nota de prensa.

   "Haber terminado nuestro máster en diseño de producto hace tan poco y recibir el galardón nacional James Dyson Award 2025 es algo increíble para nosotros. La mayoría tenemos un background más técnico, así que crear un producto como este ha sido todo un reto. El reconocimiento nos ayudará a dar a conocer nuestro proyecto y a acercarnos a nuestro objetivo: aportar la sensación del tacto a quienes lo necesiten", han señalado los premiados.

   El equipo ganador de la fase nacional de James Dyson Award recibe una aportación económica de 6.000 euros para apoyar sus próximos pasos en el desarrollo y la comercialización de Haptika.

LOS FINALISTAS

   El segundo finalista ha sido el proyecto Blust, desarrollado por Alèxia Farré, Lluc Rodó, Lidia Teruel y Carmen Bataller, de ELISAVA Barcelona School of Design and Engineering, que han configurado un sistema que permite el transporte de materiales biomédicos en territorios con recursos limitados.

   En concreto, la separación de Blust en dos módulos permite que se llegue a cualquier lugar del planeta, gracias a la incorporación de un panel solar desplegable y una tecnología de refrigeración de ultra bajo consumo, para que no dependa de la red eléctrica ni de generadores de energía externos, lo que permite mantener el frío de forma totalmente autosuficiente.

   Blust está diseñado para regiones sin acceso a electricidad, en las que mantener la cadena de frío es un desafío crítico para el transporte de muestras médicas, por lo que está desarrollado para ayudar a Médicos sin Fronteras.

   Por otro lado, el tercer finalista ha sido Inari, diseñado por el estudiante de ESDI-Universidad Ramón Llul, Alex Zambudio, y se trata de un proyecto que desarrolla protectores para olivos jóvenes que en sus primeros años necesitan resguardo frente a depredadores y fenómenos climáticos como granizo, viento o lluvias intensas.

   Los protectores actuales, de plástico, se rompen con facilidad y contaminan los olivares, por lo que Zambudio ha propuesto una alternativa fabricada con un biomaterial vegetal, biodegradable y compostable, que tras cumplir su función se descompone y enriquece el suelo.

   De este modo, el residuo de la industria del aceite se transforma en un recurso agrícola, cerrando un ciclo circular que combina protección, sostenibilidad y adaptación a las necesidades del sector.

   Con todo ello, Haptika, Blust e Inari pasan a la siguiente fase de James Dyson Award, y el 15 de octubre se anunciará la lista de los 20 finalistas internacionales, seleccionados por los ingenieros de Dyson, y el 5 de noviembre se conocerán los ganadores mundiales, elegidos por James Dyson.

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