Publicado 18/11/2021 17:59

La Estación Espacial vuelve a la normalidad a salvo de escombros

From left are, Expedition 66 crew members Pyotr Dubrov of Roscosmos; Thomas Marshburn of NASA; Anton Shkaplerov of Roscosmos; Raja Chari, Mark Vande Hei and Kayla Barron, all from NASA; and Matthias Maurer from ESA (European Space Agency).
From left are, Expedition 66 crew members Pyotr Dubrov of Roscosmos; Thomas Marshburn of NASA; Anton Shkaplerov of Roscosmos; Raja Chari, Mark Vande Hei and Kayla Barron, all from NASA; and Matthias Maurer from ESA (European Space Agency). - NASA

   MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La Estación Espacial Internacional y los miembros de la tripulación están a salvo de la nube de escombros resultado de una prueba antisatélite rusa y han reanudado sus operaciones normales.

   Según informó la NASA este 18 de noviembre, el mayor riesgo de los escombros fue en las primeras 24 horas tras la detección de la nube el 15 de noviembre, "y la telemetría de la estación espacial indica que no hubo problemas durante ese tiempo".

   Aproximadamente a la 6.20 UTC del 17 de noviembre se reabrieron las escotillas radiales que se extienden desde el centro de la estación espacial, incluidos Kibo, Columbus, el Módulo multipropósito permanente, el Módulo de actividad expandible Bigelow y la Esclusa de aire conjunta Quest.

   Después del incidente, se despertó a los miembros de la tripulación, se les notificó de los escombros y se les pidió que cerraran escotillas específicas según los procedimientos de refugio seguro de la estación espacial. Las escotillas entre los segmentos de EE.UU. y Rusia también se cerraron inicialmente, pero luego se abrieron cuando pasó el período de mayor riesgo. Las tareas diarias de los miembros de la tripulación se ajustaron durante este tiempo para acomodar el cierre de la escotilla. Después de cerrar las escotillas, la tripulación ingresó a sus naves espaciales Soyuz y Crew Dragon durante aproximadamente dos horas. No se realizó ninguna maniobra de evitación de escombros.

   Si escombros orbitales golpearan la estación y causaran una fuga de aire, la tripulación cerraría las escotillas del módulo afectado. Si los miembros de la tripulación no tuvieran tiempo de cerrar el módulo afectado, ingresarían a sus respectivas naves espaciales y, si fuera necesario, se desacoplarían de la estación espacial para regresar a la Tierra.

   La NASA subraya que esta nube de escombros que se acaba de crear ha aumentado el riesgo para la estación. La catalogación del número total de piezas identificables de escombros está en curso. Tanto la agencia espacial como el Comando Espacial de EE.UU. continúan monitoreando la nube.