MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los hijos mayores ejercían un gran poder en las familias durante el Antiguo Egipto, con un sistema de clanes y sofisticados contratos matrimoniales distintivos frente a los usos actuales.
"Cuando las personas adineradas se casaban en el antiguo Egipto, en ciertos períodos tenían la opción de redactar un contrato matrimonial", explicó Steffie van Gompel, estudiante de doctorado en la Universidad de Leiden. Este estipulaba, por ejemplo, la cantidad de dinero que cada parte aportaría al matrimonio y quién lo recibiría en caso de divorcio.
"Basándose en estos contratos, se suele decir que las mujeres egipcias tenían un estatus superior al de las mujeres de otras sociedades de la época", afirma Van Gompel en un comunicado. "A diferencia de las mujeres de la antigua Grecia, por ejemplo, se les permitía tener propiedades. Por eso, a menudo se ve a las mujeres del antiguo Egipto representadas en la cultura popular como progresistas y feministas".
ANÁLISIS DEL SISTEMA FAMILIAR
Sin embargo, el simple hecho de que las mujeres egipcias tuvieran derecho a poseer propiedades no las convierte necesariamente en feministas independientes. "Para comprender realmente la condición de las mujeres egipcias, hay que analizar el sistema familiar en su conjunto", argumenta Van Gompel. "No se trata solo de quién se casa con quién, sino también de quién hereda y cómo se constituyen los hogares". Todos estos aspectos se estipulan en los contratos matrimoniales.
"Analicé los textos utilizando los métodos de la egiptología clásica, traduciéndolos y determinando con la mayor precisión posible su contenido", explica. "Luego combiné estos hallazgos con la demografía histórica, que describe todos los diferentes tipos de familia que existieron a lo largo de la historia".
Esto llevó a algunas conclusiones sorprendentes. Van Gompel explica: "Hasta ahora, se ha asumido que el sistema familiar egipcio era muy similar al nuestro: un esposo y una esposa establecen un hogar, que termina cuando los hijos crecen y forman sus propios hogares. Pero, a partir de esos contratos matrimoniales, se puede concluir que allí las cosas funcionaban de manera diferente.
"Sostengo que los egipcios tenían un sistema familiar basado en clanes". En este sistema, la mayoría de los hijos adultos abandonan el hogar, pero uno de ellos, preferiblemente el hijo mayor, es elegido para permanecer en él. Esta persona y su pareja viven en el hogar paterno y continúan el hogar allí, lo que resulta en tres generaciones que viven juntas, al menos temporalmente.
Esto significa que los "hijos mayores" egipcios ostentaban un gran poder. "A veces digo que Egipto era literalmente un patriarcado", dice Van Gompel.
"Todo el poder lo ostentaba un grupo de hombres mayores, que durante mucho tiempo mantuvieron el control no solo sobre sus hijas, sino también sobre sus hijos. Por ejemplo, decidían con quiénes se casaban sus hijos y controlaban la propiedad, incluso después del matrimonio. Después de todo, era propiedad familiar.
El hecho de que un hijo asumiera la responsabilidad de todo el hogar creaba una división en el hogar, lo cual podía resultar beneficioso para las mujeres, dice Van Gompel.
"En Egipto, a menudo se enfrentaba al hijo mayor contra todos los demás hijos, no tanto a los hijos contra las hijas. Esto reducía la posibilidad de que se desarrollara un sentimiento antifemenino. Incluso se podía elegir a las hijas para continuar la línea familiar. Si no había un hijo mayor, las familias solían preferir esta opción a designar a un sobrino como heredero, por ejemplo".