MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un análisis de las mareas de la Luna respalda la existencia de una capa parcialmente fundida en la base del manto, que por lo demás es sólido, intercalada entre éste y el núcleo sólido metálico.
Esta zona de transición algo fundida podría tener implicaciones clave para nuestra comprensión de la estructura, el origen y la evolución de la Luna, según los autores de una nueva investigación, liderada por Sander Goossens, científico planetario del Centro Goddard de la NASA y publicada en AGU Advances.
Así como la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol distorsiona periódicamente la forma y el campo gravitatorio de la Tierra (haciendo que los océanos suban y bajen), la Tierra y el Sol tiran de la Luna, lo que provoca efectos de marea que deforman la forma y la gravedad de la Luna, informa la revista EOS de la American Geophysical Union.
La respuesta de la Luna a las fuerzas de marea depende, en parte, de su estructura interior profunda, por lo que los investigadores pueden estudiar esta respuesta en busca de pistas sobre el subsuelo lunar.
En investigaciones anteriores ya se habían explorado los cambios de gravedad de la Luna en respuesta a las mareas a lo largo de un mes. En el nuevo trabajo, los investigadores capturaron los cambios anuales por primera vez mediante el análisis de datos de la misión Gravity Recovery and Interior Laboratory (GRAIL) de la NASA y del Lunar Reconnaissance Orbiter.
A continuación, incorporaron los cambios de gravedad lunares mensuales y anuales, junto con otra información como la densidad media de la Luna, en un modelo que simula la naturaleza del interior de la Luna.
Descubrieron que sin incluir una capa más blanda en la base del manto, era imposible que el modelo reprodujera las mediciones de gravedad observadas. En otras palabras, es muy probable que exista una capa de manto profundo parcialmente viscosa, sugiere esta investigación.
Los investigadores especulan que, si existe, la capa parcialmente fundida puede consistir en un material rico en titanio llamado ilmenita. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender mejor esta capa y determinar la fuente de calor que mantiene las masas fundidas durante presumiblemente miles de millones de años.