MADRID, 21 Jul. (Portaltic/EP) -
La compraventa de productos de segunda mano reduce el impacto medioambiental de materiales contaminantes como el dióxido de carbono (CO2) o el plástico. En este sentido, la compraventa de tecnología es una de las categorías que mayor ahorro potencial de dióxido de carbono permite en España: más de 25.000 toneladas solo en 2019.
Según el estudio 'El efecto medioambiental de la segunda mano', desarrollado por Milanuncios en colaboración con el Instituto de Investigación Medioambiental de Suecia y la consultora especializada en medioambiente Ethos International, los usuarios de la plataforma ahorraron potencialmente en España 1,6 millones de toneladas de CO2, 103.313 toneladas de plástico, 772.650 de acero y 68.660 de aluminio mediante la compraventa de productos de segunda mano.
Este informe, que se basa en el supuesto de que cada producto vendido sustituye a la producción de un artículo nuevo equivalente así como la gestión de los residuos de dicho producto, recoge que el iPhone es uno de los productos estrella de cara a reducir el impacto medioambiental del consumo de tecnología. En total, con el mercado de compraventa de este dispositivo de segunda mano evitó la emisión de 1.746 toneladas de CO2 en España. O lo que es lo mismo: 47 kilogramos por dispositivo.
Siguiendo con el mercado de tecnología, los portátiles es la categoría de producto que más cantidad de CO2 ha conseguido ahorrar al medioambiente, con un total de 6.236 toneladas. Así, un solo portátil vendido en el mercado de segunda mano ahorra potencialmente 350 kilos de emisiones de CO2. Toda la categoría de productos informáticos es la que mayor ahorro de emisiones genera en el sector de la tecnología, con más de 16.600 toneladas ahorradas.
En cuanto a la categoría de imagen y sonido, permite el ahorro en España de más de 3.300 toneladas de emisiones de gas de efecto invernadero. En este terreno, por ejemplo, solo los televisores LED evitaron la emisión de 489 toneladas de este gas. Un solo televisor permite ahorrar 57 kilos de CO2.
Por último, la categoría juegos también permite un ahorro considerable, con 263 toneladas de emisiones. Concretamente, las videoconsolas ahorraron potencialmente en 2019 la emisión de 68,4 toneladas de dióxido de carbono.