Publicado 25/01/2024 10:22

Los primeros andinos desafían la narrativa del cazador-recolector

El sitio arqueológico Wilamaya Patjxa en Perú produjo restos humanos que muestran que las dietas de los primeros pueblos de los Andes estaban compuestas principalmente de materiales vegetales.
El sitio arqueológico Wilamaya Patjxa en Perú produjo restos humanos que muestran que las dietas de los primeros pueblos de los Andes estaban compuestas principalmente de materiales vegetales. - RANDY HAAS

   MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La descripción frecuentemente utilizada de los primeros humanos como "cazadores-recolectores" debería cambiarse a "recolectores-cazadores", al menos en los Andes de América del Sur.

   Los arqueólogos pensaron durante mucho tiempo que la dieta humana primitiva se basaba en la carne. Sin embargo, un análisis isotópico del profesor de la Universidad de Wyoming Randy Haas sobre los restos de 24 individuos de los sitios de enterramiento de Wilamaya Patjxa y Soro Mik'aya Patjxa en Perú muestra que las dietas humanas tempranas en la Cordillera de los Andes estaban compuestas por un 80% de materia vegetal y un 20% de carne.

   El estudio, publicado en PLOS ONE, aplica métodos de química isotópica y modelado estadístico para revelar un giro sorprendente en las primeras sociedades andinas y las narrativas tradicionales de cazadores-recolectores.

   "La sabiduría convencional sostiene que las primeras economías humanas se centraron en la caza, una idea que ha llevado a una serie de modas dietéticas ricas en proteínas, como la Paleodieta", dice Haas en un comunicado.

   Para estos primeros humanos de los Andes, que abarcan desde hace 9.000 a 6.500 años, existe evidencia de que la caza de grandes mamíferos proporcionaba parte de su dieta. Pero el nuevo análisis de la composición isotópica de los huesos humanos muestra que los alimentos vegetales constituían la mayoría de las dietas individuales, mientras que la carne desempeñaba un papel secundario.

   Además, los restos de plantas quemadas de los sitios y los distintos patrones de desgaste dental en los incisivos superiores de los individuos indican que los tubérculos (o plantas que crecen bajo tierra, como las patatas) probablemente eran el recurso de subsistencia más importante.

   "Nuestra combinación de química isotópica, métodos paleoetnobotánicos y zooarqueológicos ofrece la imagen más clara y precisa de las primeras dietas andinas hasta la fecha", dice Haas. "Estos hallazgos actualizan nuestra comprensión de las primeras economías recolectoras y el camino hacia las economías agrícolas en las tierras altas andinas".

   Haas señala que los arqueólogos ahora tienen las herramientas para comprender las dietas humanas primitivas y sus resultados no son los que anticiparon. Este estudio de caso demuestra por primera vez que las primeras economías humanas, al menos en una parte del mundo, se basaban en plantas.

   "Dado que los prejuicios arqueológicos han engañado durante mucho tiempo a los arqueólogos (incluido yo mismo) en los Andes, es probable que futuras investigaciones isotópicas en otras partes del mundo muestren de manera similar que los arqueólogos también se han equivocado en otras partes", dice.

   Haas investiga el comportamiento humano en sociedades recolectoras del pasado para comprender mejor el comportamiento humano en el presente. Dirige excavaciones arqueológicas y proyectos de estudio en los Andes y las regiones montañosas del oeste de América del Norte.