Exclusión digtital entre menores. - QUSTODIO
MADRID, 18 Dic. (Portaltic/EP) -
La exclusión digital es un miedo al que cada vez más menores se enfrentan durante las épocas de vacaciones como las festividades navideñas, cuando su vida social queda reducida a redes sociales como WhatsApp, un escenario donde no estar incluido en el chat del grupo puede derivar en sentimientos de rechazo y aislamiento real, lo que pone de relieve la importancia de la educación digital.
Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, los menores cuentan con unos días de vacaciones en los que se alejan del contacto diario con sus amigos en el colegio. Esto lleva a que sus relaciones sociales se muevan hacia la interacción por redes sociales, como Instagram o TikTok, y plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp.
En este contexto, algunos jóvenes se enfrentan a situaciones de exclusión digital al quedarse fuera de grupos de chats de amigos en dichas plataformas y, por tanto, temen no participar en los planes así como perderse conversaciones, bromas y referencias compartidas. Es decir, se sienten aislados del grupo.
Así, aunque no pertenecer a un grupo de WhatsApp puede parecer un problema menor, el temor de ser excluidos digitalmente afecta a menores de distintas edades, sobre todo a los usuarios de entre 12 y 16 años, que son los más propensos a sufrir este suceso, según datos recogidos por la plataforma de seguridad 'online' y bienestar digital Qustodio.
Esto se debe a que, como detalla al respecto la psicóloga experta de Qustodio, Gloria R.Ben, es durante esta etapa cuando el sentimiento de pertenencia al grupo pasa a ser "clave", coincidiendo con que "gran parte de la vida social se traslada al entorno digital".
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA EXCLUSIÓN DIGITAL
Por tanto, la compañía advierte cómo la exclusión digital puede tener un gran impacto en los menores tanto a nivel emocional como a nivel social, dado a que puede generar inseguridades, frustración y, sobre todo, sensación de rechazo, afectando a sus emociones personales.
Sin embargo, los expertos también advierten que, habitualmente, estas situaciones de exclusión no se producen de forma premeditada, con motivaciones claras que lleven a los jóvenes a dejar de lado a otros compañeros. En su lugar, suele responder a "conflictos previos, dinámicas de grupo o de popularidad".
Por tanto, es muy importante hacer comprender a los menores sobre el porqué de esta exclusión, ya que, de lo contrario "puede hacer que se sientan culpables de la situación", como ha matizado Qustodio, ya que pasan a cuestionarse si han hecho algo mal, si no son suficientes o simplemente a pensar que no encajan en el grupo.
Todo ello puede conllevar a que el vínculo con el grupo de amigos se debilite, ocasionado por el comportamiento 'online', trasladándose a un distanciamiento real entre los menores. Además, según ha alertado R.Ben, estas situaciones no se pueden normalizar, dado que pueden convertirse en "la antesala de formas más evidentes de ciberacoso, donde el rechazo deja de ser pasivo y pasa a ser explícito".
CÓMO IDENTIFICAR LA EXCLUSIÓN DIGITAL
Aunque son situaciones comunes, enmarcadas en un momento en el que las redes sociales tienen tanta importancia, este tipo de comportamientos suelen pasar desapercibidos para las familias, provocando que la exclusión digital sea un problema silencioso.
En este sentido, es importante tener en cuenta algunos puntos clave para identificar sucesos de estas características, comenzando por prestar especial atención a los posibles cambios de humor, irritabilidad, tristeza persistente o apatía del menor, que pueden ser indicadores de alerta.
Qustodio también ha detallado que conviene identificar si el menor tiene conductas contradictorias con su 'smartphone'. Es decir, si hace un uso excesivo del móvil, por ejemplo, para revisar si ha recibido algún mensaje de sus amigos, o por el contrario, rechaza completamente el uso de estos dispositivos.
Siguiendo esta línea, otro indicador de que puede estar sufriendo un caso de exclusión digital es que muestre cambios en sus aptitudes en el plano social, como un mayor aislamiento. Es decir, que el menor muestre menos ganas de pasar tiempo con amigos o que dejen de motivarle actividades de las que antes disfrutaba.
A pesar de que estos comportamientos pueden suceder durante todo el año, Qustodio ha subrayado que se pueden intensificar todavía más durante estas fechas tan señaladas. Por tanto, como recomendación para los familiares, en caso de identificar estos signos, es esencial no restarles importancia.
"La escucha activa sin juicios, la validación de sus sentimientos o evitar frases que minimicen sus emociones, son algunas prácticas fundamentales para que se sientan acompañados", como han explicado los expertos de la plataforma.
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN DIGITAL
Teniendo todo ello en mente, para evitar este tipo de situaciones negativas en entornos digitales, es esencial contar con una educación digital, enseñar a los menores a convivir en dichos espacios y hacer comprender que lo que ocurre en Internet "tiene impacto real en las personas".
En este marco, los padres tienen que dar ejemplo a la hora de relacionarse con la tecnología, ya que esto puede marcar el comportamiento de los menores. Así, según Qustodio, han de mostrar un uso equilibrado el móvil, respetar los tiempos de desconexión, cuidar el lenguaje en redes y dar importancia a las relaciones cara a cara.
Por su parte, los menores deben disponer de herramientas prácticas para gestionar estas situaciones. Por ejemplo, en el caso de los chats grupales, es importante eliminar el foco de las conversaciones que puedan generar malestar.
También son medidas útiles las relacionadas con establecer un límite horario de uso de los dispositivos, para evitar el aumento de las revisiones del 'smartphone' en momentos puntuales como son las vacaciones. Igualmente, se han de reforzar alternativas para relacionarse fuera del entorno digital, quedando presencialmente con amigos.
Desde Qustodio también han puesto sobre la mesa que, cuando los padres abordan estas situaciones directamente con los jóvenes, "se contribuye a reducir la inquietud asociada al silencio digital o la exclusión de determinados planes".
Por tanto, en esta época de vacaciones navideñas, el acompañamiento familiar también favorece un uso más saludable y empático de los dispositivos, dado que se crean espacios en los que el menor puede hablar con libertad, expresando cómo se siente hacia dichas dinámicas, acompañado en todo momento.