Publicado 30/07/2020 12:27

El reactor de fusión ITER empieza a ensamblarse

El reactor de fusión ITER empieza a ensamblarse
El reactor de fusión ITER empieza a ensamblarse - ITER

   MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Diez años después de iniciarse su construcción en Cadarache, sur de Francia, el experimento internacional de energía de fusión nuclear ITER ha iniciado la fase de ensamblaje de la máquina.

   En un esfuerzo internacional sin precedentes, siete socios --China, la Unión Europea, India, Japón, Corea, Rusia y Estados Unidos-- han reunido sus recursos financieros y científicos para construir el reactor de fusión más grande de la historia, y abrir paso a la energía inagotable.

   ITER (Reactor Termonculear Experimental Internacional) no producirá electricidad, pero resolverá cuestiones científicas y técnicas críticas para llevar la fusión al punto en que se puedan diseñar aplicaciones industriales. Al producir 500 MW de potencia de fusión a partir de 50 MW de potencia inyectada en los sistemas que calientan el plasma, un "factor de ganancia" de 10, ITER abrirá el camino al siguiente paso: una planta de demostración de energía de fusión. El primer plasma de ITER se espera para diciembre de 2025.

   Un evento protocolario organizado este 28 de julio en la sede del experimento sirvió para señalar el cambio a la nueva fase de ensamblaje.

   En los últimos meses y semanas el sitio de construcción ha recibido varios componentes estratégicos, entre ellos una bobina de campo toroidal de Europa y dos de Japón. El primer sector de vasija de vacío de Corea se descargó en el puerto de Marsella el 22 de julio y se espera que esté en Cadarache en poco más de una semana.

   "A medida que lanzamos la fase de ensamblaje de la máquina ITER", dijo en un comunicado el Director General de ITER Bernard Bigot en su discurso de presentación, "sentimos el peso de la historia. Han pasado cien años desde que los científicos entendieron por primera vez que la energía de fusión era la fuente de energía" para el Sol y las estrellas y unas seis décadas desde que se construyó el primer tokamak en la Unión Soviética. Sentimos la necesidad de urgencia y paciencia. Sabemos que necesitamos un reemplazo para los combustibles fósiles lo antes posible. [...] Estamos avanzando lo más rápido posible ... Si tenemos éxito, valdrá la pena todo el tiempo y el esfuerzo que nos ha llevado a este punto".