Publicado 24/02/2020 17:25

Reconstrucción tridimensional de las nubes en el vecindario solar

Reconstrucción tridimensional de las nubes en el vecindario solar
Reconstrucción tridimensional de las nubes en el vecindario solar - ALVES ET AL. 2020

   MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Datos de la misión Gaia de la ESA, junto con análisis de brillos, colores y distancias estelares han permitido construir mapas 3D de la Vía Láctea alrededor del Cinturón de Gould con la mayor precisión.

   El Cinturón de Gould es un anillo en expansión de estrellas jóvenes, gas y polvo situado a unos mil años luz del Sol, es decir, en nuestro vecindario solar. Se extiende a lo largo de unos pocos miles de años luz y se cree que subsume muchas nebulosas cercanas famosas como la de Orión.

   Las relaciones físicas entre sus muchas nubes de gas, si las hay, han sido desconocidas porque las incertidumbres en sus distancias son comparables o incluso mayores que sus dimensiones.

   La nueva información de distancia revela por primera vez la estructura tridimensional de las nubes en el vecindario solar, incluidas las presuntas nubes del Cinturón de Gould y otras como la Nebulosa de América del Norte que no se habían asociado previamente con el Cinturón de Gould.

   Los astrónomos de CfA (Harvard Smithsonian Center for Astrophysics) Catherine Zucker, Alyssa Goodman, Josh Speagle y Doug Finkbeiner y sus colegas utilizaron descubrieron que las nubes no están distribuidas de forma casi aleatoria en un anillo, como se había pensado, sino que forman una estructura dramática y alargada que se extiende alrededor de nueve mil años luz de longitud.

   Según un comunicado, la formación incluye la mayoría de las regiones cercanas de formación estelar, tiene una relación de aspecto de aproximadamente veintiuno y contiene aproximadamente tres millones de masas solares de gas. Lo más notable es que esta estructura parece ser ondulada, con una forma tridimensional bien descrita por una onda sinusoidal amortiguada en el plano de la Vía Láctea con un período promedio de aproximadamente 7.000 años luz y una amplitud máxima de aproximadamente quinientos años luz.

   Los astrónomos han llamado a la estructura Onda Radcliffe en honor a las mujeres astrónomas de principios del siglo XX del Radcliffe College y al espíritu interdisciplinario del actual Instituto Radcliffe, que contribuyó al descubrimiento.

   El origen de la Onda Radcliffe no está claro, pero los científicos especulan que podría ser el resultado de un proceso galáctico a gran escala, tal vez un frente de choque en el brazo espiral cercano de la galaxia. Sin embargo, por qué debería ser una onda tan bien definida es aún más difícil de explicar; posiblemente implica algún tipo de colisión.

   La Onda Radcliffe proporciona un nuevo marco para comprender la formación y evolución de nubes moleculares. El equipo concluye pidiendo una revisión en la arquitectura del gas en el vecindario solar y una reinterpretación de otros fenómenos estructurales locales.