MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los plásticos modernos también constituyen un valioso archivo que documenta actividades y comportamientos en un momento crucial de la historia de la humanidad, según revela una nueva investigación.
La ONU estima que se producen 400 millones de toneladas de plástico al año, lo que representa una de las mayores amenazas para el medio ambiente. Además del impacto ambiental, las partículas microplásticas se infiltran rutinariamente en humanos, animales y plantas.
Sin embargo, el profesor John Schofield, de la Universidad de York y autor principal del estudio, afirmó que los plásticos también contribuyen a contar la historia de la era moderna. "Es fácil ver los plásticos como un legado tóxico y la causa del daño ambiental, lo cual, por supuesto, es cierto. Pero como arqueólogos, también podemos verlos desde una perspectiva completamente distinta: como un valioso archivo que documenta el impacto humano en la salud del planeta", explicó en un comunicado.
Los plásticos están en todas partes, desde las profundidades del oc"éano hasta las altas montañas, por lo que son omnipresentes, resistentes y tóxicos, ya que se descomponen continuamente, llegando eventualmente a la nanoescala. En este nuevo artículo, cuestionamos cómo la sociedad debería ver un registro arqueológico que representa un archivo tan valioso que documenta actividades y comportamientos en un momento crucial de la historia de la humanidad, a la vez que es un contaminante peligroso que amenaza la salud del planeta", añadió.
LA ERA PLÁSTICA
El profesor Schofield reunió a un equipo interdisciplinario de investigadores de arqueología, historia, química y ciencias de la tierra en Flinders para llevar a cabo el estudio. Publicado en la revista Cambridge Prisms: Plastics, explora el potencial de utilizar la Era Plástica del planeta para estudiar la relación de las personas con el mundo, de la misma manera que los arqueólogos estudian estas relaciones en el pasado más remoto, a través de la evidencia de herramientas de piedra, metal y cerámica.
La Era Plástica, a diferencia de períodos anteriores, comenzó simultáneamente en todo el mundo en la década de 1950 y, por lo tanto, es un fenómeno global profundamente arraigado en otros problemas globales contemporáneos, como el consumismo, la destrucción del hábitat y la combustión de combustibles fósiles.
El estudio argumenta que la arqueología se encuentra en una posición ideal para arrojar luz sobre los procesos de contaminación plástica, así como para crear un registro de los eventos contemporáneos y los comportamientos humanos: una 'arqueología de nosotros'.
REVELAN CÓMO INTERACTUAMOS CON EL MUNDO
En los últimos años, la arqueología se ha definido de forma más amplia, abarcando no solo el pasado más profundo, sino también cómo las personas en las sociedades contemporáneas interactúan con el mundo que las rodea, mediante el estudio de la cultura material que dejan atrás.
Los autores de este estudio afirman que deberíamos considerar el medio ambiente como un archivo arqueológico cuyo registro puede estudiarse con el fin de comprender y contribuir a la reducción de la contaminación por plásticos. Para ello, sugieren centrar las intervenciones en el momento en que los plásticos pasan del uso cotidiano al desecho.