BOGOTÁ, 6 Jul. (Colprensa/EP) -
En las últimas semanas, el país ha sido testigo de una cadena de atentados por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que precisamente, cumple 50 años. Actualmente, el ELN se encuentra en una fase exploratoria para un futuro proceso de paz con el Gobierno Nacional, aunque detrás de sus últimas acciones se muestra una fortaleza antes de sentarse a negociar.
Las organizaciones que estudian el conflicto hablan de una reactivación armada de este grupo subversivo, que se ha ido intensificando desde el pasado mes.
El pasado 20 de junio, el ELN atentó contra un CAI de la Policía en el sector de Chapinero de Bogotá, donde resultaron heridos dos uniformados y un civil. Dos semanas después, el grupo atentó contra el complejo Caño Limón Coveñas en Arauca, dejando trece trabajadores heridos.
Sin embargo, el ELN anunciaron que desde el pasado jueves hasta las 18.00 horas del domingo, harían un paro armado en Casanare, Arauca, Boyacá, Santander y Norte de Santander para conmemorar sus cinco décadas de fundación.
Estudios demuestran que el ELN tiene presencia en 92 municipios de del país, en el denominado ABC --Arauca, Boyacá y Casanare--, donde su presencia ha sido histórica y en el Norte de Santander, Ariño, Antioquía, Cauca, Bolívar y Chocó.
Se estima que actualmente esta guerrilla no tiene más de 2500 hombres. Por eso muchos se preguntan cómo ha logrado sobrevivir tantos años, a pesar de su evidente debilidad militar.
CINCO DÉCADAS DE HISTORIA
Todo comenzó con un grupo de jóvenes estudiantes que viajaron a Cuba, donde se unieron a la revolución cubana. Al regresar a Colombia, sus intenciones se centraban en iniciar su propio proyecto de iniciar su propio proyecto guerrillero. Este plan, liderado por los hermanos Vásquez Castaño, se materializó el 4 de julio de 1954, cuando 16 hombres se marcharon de San Vicente al Carmen de Chucuri, en Santander, para así implantar la primera guerrilla del ELN.
Durante su primera década, el ELN despertó la simpatía en grupos de intelectuales y sacerdotes reconocidos. Sin embargo, en 1973 el Ejército les propinó un duro golpe en Anorí, Antioquía, tras la cual la guerrilla solamente se quedó con 30 combatientes.
Diez año más tarde, se da su primera resurrección. El analista de seguridad y exmiembro de esta guerrilla, León Valencia, cuenta que a partir de ese momento el ELN empezó a renacer de sus cenizas.
La nueva estrategia de guerra que adoptó en su resurgimiento fue la de invadir los territorios de explotación de recursos naturales, con la campaña 'Despierta Colombia, te están robando el petróleo', que significó cientos de ataques a estas infraestructuras.
Eso les permitió ganar mucho dinero y aumentar su fuerza a casi 12 mil efectivos. Para la década del 80 el ELN era el grupo subversivo más fuerte del país. Sin embargo, a mediados de los 90, ese buen momento acabó para el ELN cuando el paramilitarismo derrotó a muchas de sus estructuras y perdió terreno. A su vez, las FARC, con ayuda del narcotráfico, se fortalecieron y se convirtieron en la guerrilla más temida del país.
SEGUNDA RESURRECCIÓN
Con las miras puestas en una segunda resurrección, el ELN empezó a establecer alianzas con otros grupos para revivir en ciertas regiones del país. De esta forma y utilizando el ejemplo de las FARC, se apoyaron en el narcotráfico para utilizarlo como un arma de subsistencia.
Gracias a este negocio ilegal, el grupo guerrillero recuperó terreno y logró acciones armadas significativas, como el secuestro masivo en la iglesia de La María, donde se llevaron a 165 feligreses. Para es momento, el grupo contaba con unos 4700 guerrilleros, según la Fundación Ideas para la Paz.
En el 2005, el ELN continuó su estrategia de pactos y se unió con los 'Rastrojos' en el Pacífico, para atacar a las Farc. Esa alianza les permitió revivir frentes que habían desaparecido, como el José María Becerra, e incluso crear nuevas estructuras en esta zona.
Finalmente, el ELN concilió sus diferencias con las FARC y en febrero del 2010 hizo un pacto de no agresión con esta guerrilla.
León Valencia revela que el año pasado hubo una reunión entre alias Gabino, jefe máximo del ELN, y 'Timochenko', líder de las Farc, en la que llegaron a un acuerdo para encarar las negociaciones de paz.
Esa historia de decesos y resurrecciones demuestra que a pesar de que el ELN no ha mantenido una constancia militar ni un número de hombres importante, lo cierto es que siempre ha logrado renacer.