(Información remitida por la empresa firmante)
Madrid, 29 de julio de 2025.-
En los últimos años, la cosmética ha atravesado una transformación profunda: los consumidores ya no solo buscan resultados visibles, sino también comprender el impacto que los productos tienen a largo plazo sobre la salud y el medioambiente. En este nuevo paradigma, comienza a ganar relevancia un fenómeno todavía poco visible para el gran público, pero que preocupa cada vez más a investigadores, especialistas y marcas comprometidas: la bioacumulación.
¿Qué es la bioacumulación y por qué preocupa en cosmética?
La bioacumulación es el proceso mediante el cual ciertas sustancias químicas, una vez absorbidas por un organismo, no se eliminan fácilmente y se van acumulando con el tiempo. Aunque este fenómeno ocurre de forma silenciosa, su acumulación progresiva puede tener implicaciones sobre la salud, especialmente cuando existe una exposición continuada desde distintos productos cosméticos o de cuidado personal.
Estas sustancias están presentes en numerosos artículos de uso cotidiano, incluida parte de la cosmética convencional, y no solo afectan al cuerpo humano, sino también al entorno natural.
Según la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), algunos ingredientes utilizados en cosmética —como determinados filtros solares, siliconas, conservantes o fragancias sintéticas— pueden presentar propiedades persistentes, bioacumulativas y tóxicas (PBT). Una vez liberadas durante el uso diario, estas sustancias llegan al agua y al suelo, permanecen en el medioambiente e incluso pueden incorporarse a la cadena alimentaria.
Estudios del Environmental Working Group (EWG) o la Universidad de California han detectado este tipo de compuestos en fluidos corporales como la sangre o la leche materna, lo que ha despertado preocupación sobre sus posibles efectos a largo plazo, en especial durante etapas sensibles del desarrollo.
La respuesta ética desde el sector: formulación sin tóxicos ni artificios
Ante este contexto, cada vez más marcas están adoptando un enfoque de formulación responsable. Es el caso de OhMyKoko, una marca de cosmética natural, vegana y sin tóxicos nacida en Madrid, que prioriza la salud de la piel y del planeta por encima de las tendencias del mercado.
OhMyKoko desarrolla fórmulas a base de ingredientes de origen vegetal, libres de siliconas, perfumes sintéticos y compuestos con potencial bioacumulativo, según los principios de precaución y sostenibilidad. Además, garantiza una trazabilidad transparente y promueve el uso consciente de la cosmética, evitando el sobreconsumo y fomentando una rutina de cuidado minimalista.
Desde la marca explican:
“Formular bien no es solo elegir lo que se incluye, sino también tener el criterio y la ética para decidir qué se deja fuera. Nuestra filosofía se basa en evitar todo aquello que pueda alterar el equilibrio natural de la piel, la salud o dejar una huella indeseada en el medioambiente”.
Más allá del clean beauty: hacia un activismo formulado
En un entorno saturado de mensajes de marketing, OhMyKoko propone una visión más profunda: la cosmética no debe ser solo efectiva, sino también responsable. Su enfoque va más allá de las etiquetas “clean beauty” y se alinea con principios de producción sostenible, ingredientes seguros y divulgación verificada.
A través de su blog y comunidad, la marca genera contenido educativo sobre ingredientes, estudios científicos y normativas europeas, con el objetivo de empoderar a quienes consumen cosmética desde la información, no desde el miedo.
Un reto compartido que empieza en la piel
La bioacumulación no es solo una cuestión técnica: es un desafío colectivo que invita a repensar qué se considera aceptable en productos de uso diario. Las decisiones que se toman en los laboratorios, en los hogares y en los puntos de venta tienen un impacto acumulativo que va mucho más allá de lo visible.
En este escenario, marcas como OhMyKoko no solo ofrecen una alternativa saludable, sino que representan una nueva forma de entender el cuidado personal: informado, transparente y profundamente conectado con el entorno.
Porque en cosmética —como en la vida— lo que no hay también importa.
Una revolución silenciosa que empieza en la piel… y puede transformar mucho más que una rutina.
Contacto
Emisor: OhMyKoko cosmetics
Contacto: OhMyKoko cosmetics
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