(Información remitida por la empresa firmante)
SEVILLA, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Un buen asesoramiento fiscal puede ahorrar a los clientes miles de euros en la declaración anual de la renta. Cuando se acaba de abrir el plazo para rendir cuentas con el erario público, los despachos de los graduados sociales de la provincia de Sevilla se llenan de clientes que buscan la diferencia: ese asesoramiento fiscal que será clave para optimizar los ingresos y gastos.
Desde el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Sevilla se ha venido trabajando de manera intensa en los últimos meses para actualizar los conocimientos de los colegiados y que éstos estén preparados para la nueva cita anual, como profesionales en asesoramiento fiscal que son. Según explica el secretario del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Sevilla, Juan José Guijarro, “la normativa va cambiando con una rapidez tremenda, y a veces nos enfrentamos a un auténtico tsunami legislativo. Todos estos cambios normativos afectan a las empresas, a los trabajadores, a las familias y a los autónomos.
El ámbito fiscal necesita una continua actualización, y somos conscientes de que ésta es fundamental. Por eso, en el CGS contamos con una vocalía específica dedicada a la formación y otra vocalía centrada en las relaciones con la Agencia Tributaria, tanto la estatal como la autonómica, que otorga fluidez a la relación con los distintos órganos recaudadores a nivel provincial y local. Ambas vocalías son de gran utilidad para nuestros colegiados”.
Junto a la actualización de conocimientos y la fluidez en las relaciones con la administración, completan las herramientas de los colegiados el refuerzo con otro cuerpo de profesionales que en este campo se convierten en los principales aliados: los economistas. El decano del Colegio de Economistas de Sevilla, Francisco José Tato Jiménez, ha resaltado la sinergia entre ambos cuerpos de profesionales para mejorar de manera conjunta la economía de los clientes. La colaboración entre economistas y graduados sociales es cada vez más frecuente porque logra ofrecer un asesoramiento integral a empresas y a los profesionales. “Cada colectivo tiene competencias específicas, pero compartimos muchos puntos en común que nos hacen trabajar en sintonía”, indica.
Partiendo de la base de que “el entorno es cada vez más complejo”, Tato apuesta por conocer la regulación y trabajar en equipo para que el asesoramiento sea lo más acertado posible, algo que ayudará, sin duda, a garantizar la estabilidad, apostar por la eficiencia y generar confianza”.
El catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Sevilla, Francisco Adame, recuerda que para los graduados sociales “es fundamental estar al día, y esto se consigue gracias a la actualización individual. Para ello es básica la asistencia a conferencias, jornadas y cursos, ya sean organizados por la Universidad o por el propio Colegio de Graduados Sociales, para estar al día de las novedades legislativas, jurisprudenciales y de implementación de normas tributarias”.
Tras este esfuerzo por saber lo último y contar con la máxima información posible para ayudar a los clientes, llega la respuesta de empresarios y autónomos a través de la confianza. Porque, como bien señala la graduada social colegiada y experta en asesoramiento fiscal Dolores Fornalino, con despacho en Cantillana, “los clientes suelen ser fieles a nuestras recomendaciones. Nosotros estudiamos su actividad, su situación, y los orientamos como mejor consideramos. Y ellos confían totalmente en nosotros, hasta el punto de que, si alguien no se fía de lo que su graduado social le está diciendo y asesorando, lo mejor es que cambie de profesional. Por eso nos esforzamos tanto en acertar, porque ponen sus negocios en nuestras manos”.