Madrid, 3 de marzo de 2022.- A un par de años del inicio de la pandemia, y con los tambores de guerra resonando en el este de la región, España estaría adentrándose en el que podría ser uno de los años más complejos de las últimas décadas. Aunque las dificultades podrían presentarse desde casi cualquier frente, lo cierto es que sería la economía lo que más preocupa.
Esto se debe a que el país estaría atravesando uno de los periodos inflacionarios más fuertes de los años recientes, todo en conjunto con un incremento en las deudas registradas por el sector crediticio, y una caída en sectores como el de los servicios y el consumo minorista. Pero exactamente, ¿qué le espera a España en este 2022?
La inflación sería uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta la economía española actualmente, con el Índice de Precios de Consumo (IPC), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), mostrando un crecimiento del 0,6% en febrero. Esto se traduce en una tasa interanual de 7,4%, con lo que estaríamos hablando de 14 meses de crecimiento consecutivo.
Para los últimos días del 2021, España se ubicó entre los 10 países con mayor inflación interanual en toda Europa.
La inflación estaría creciendo de una forma tan acelerada, que incluso se habrían comenzado a generar advertencias sobre un posible periodo de deflación en los próximos meses. Si bien es improbable que la economía caiga en deflación, el incremento en el riesgo demuestra la fragilidad de la economía.
Con una actividad en picada, indicadores como el índice de actividad del sector servicios mostrarían que la depresión económica podría tener efectos a corto y mediano plazo. Los datos del INE revelan que, aunque las cifras fueron mejores que en el 2021, durante diciembre del año pasado mostraron una caída generalizada del 3,1%.
Las mayores caídas fueron registradas en áreas como el transporte, almacenamiento, hostelería e información y telecomunicaciones, que cayeron entre 1,4% y 4,3%.
Por su parte, el Índice de Comercio al por Menor mostró un crecimiento del 11,7% en el mes de diciembre, sin embargo, se registró una caída del 3,3% en comparación con el año anterior.
Dependiendo de la evolución de la pandemia y el conflicto bélico, es posible que el 2022 vuelva a mostrar una caída en comparación con el (ya golpeado) año anterior.
Si bien la morosidad se ha mantenido estable en estos dos años de pandemia, el Fondo Monetario Internacional afirma que habría peligro de incremento en la morosidad en los préstamos otorgados por el ICO y aquellos cuya moratoria ya ha expirado, con un 3% y 7% respectivamente.
Mientras que la financiación a las familias subió un 0,4%, y la de las empresas lo hizo un 2,9%, cada vez más personas estarían acudiendo a alternativas de crédito poco usuales, como los préstamos al instante y los minicréditos, para sortear el creciente endurecimiento en las condiciones impuestas por las principales entidades bancarias.
Ya que estos productos financieros suelen tener intereses mucho más altos de lo normal, no sería descabellado prever un incremento en los niveles de morosidad a nivel nacional a lo largo del año.
Para distintos especialistas, el conflicto bélico iniciado con la invasión rusa habría disminuido las previsiones de crecimiento de España para este 2022, por lo que, sumado a las variables previamente descritas, podemos estar hablando de un año repleto de dificultades para la economía.
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