(Información remitida por la empresa firmante)
Madrid, 7 de agosto de 2025.-
En la consulta psicológica, es frecuente que las mujeres expresen el profundo conflicto emocional que les produce ser la amante de un hombre casado y la dificultad para terminar esa relación. Involucrarse con un hombre comprometido suele implicar vivir en la sombra, sin posibilidad de desarrollar una relación plena y visible.
Las restricciones emocionales y sociales en este tipo de vínculos generan impotencia, frustración, exclusión y contradicciones internas. Una parte reconoce el daño, mientras otra sigue emocionalmente enganchada.
La carga de ser “la otra” es considerable. Este artículo analiza las razones psicológicas que explican esta situación, desde la perspectiva tanto femenina como masculina.
Puntos clave sobre la relación con un hombre casado
Este tipo de relación puede reflejar problemas de autoestima, necesidad de validación externa y patrones de apego disfuncionales. Los hombres que se vinculan con una amante lo hacen por insatisfacción emocional, miedo al compromiso o creencias distorsionadas sobre el amor. La culpa y la ambivalencia prolongan la situación.
En lo emocional, son comunes la ansiedad, el estrés y el aislamiento.
Las mujeres involucradas suelen tener un historial de carencias afectivas o vínculos con personas emocionalmente no disponibles. Los hombres, por su parte, pueden desarrollar celos, dependencia y rasgos posesivos.
Romper con esta dinámica suele requerir autoevaluación y apoyo psicológico profesional.
La realidad estadística de las relaciones extramatrimoniales
Las cifras muestran que una proporción significativa de hombres casados ha tenido relaciones paralelas. Muchas mujeres se involucran por motivos complejos, sin entender desde el inicio todas las implicaciones.
Solo un 4 % de estos hombres formaliza la relación con su amante. De ellos, el 75 % se divorcia pocos años después. Estos datos reflejan la inestabilidad y la baja probabilidad de futuro en este tipo de relaciones, y permiten anticipar el desgaste emocional que suponen.
La obsesión por un hombre casado
No todas estas relaciones se sostienen por afecto; algunas se vuelven obsesivas. Desde la psicología clínica, la obsesión implica una fijación excesiva en una persona o situación.
El llamado Síndrome de Fortunata representa un apego intenso que persiste pese al sufrimiento. La falta de reciprocidad, la idealización y las promesas incumplidas alimentan una dependencia emocional. Se entra en una trampa psicológica basada en la esperanza de que todo cambiará.
Razones psicológicas por las que algunas mujeres se involucran con hombres casados
Este patrón suele tener origen en heridas tempranas, apego inseguro o modelos afectivos disfuncionales. Algunas mujeres presentan rasgos de personalidad dependiente, con necesidad constante de aprobación. Estar en una relación sin compromiso total ya refleja dependencia afectiva.
Se proyecta en estos hombres una falsa sensación de seguridad o estabilidad. El hecho de sentirse “elegidas” por alguien inaccesible actúa como un refuerzo emocional, incluso si el vínculo daña su bienestar.
El perfil psicológico de la mujer amante
Aunque no hay un perfil único, se observan patrones comunes: baja autoestima, miedo al abandono y necesidad de validación. Algunas mujeres buscan la intensidad emocional que asocian a relaciones prohibidas, o idealizan el vínculo como una forma de compensación afectiva.
Incluso con estabilidad emocional previa, pueden verse atrapadas en la adrenalina del vínculo y no detectar el daño hasta que es evidente. Este tipo de relación suele producir un desgaste que requiere intervención profesional para su adecuada elaboración.
Las motivaciones del hombe infiel
Las causas son múltiples. Algunas están vinculadas a la insatisfacción conyugal, pero muchas otras a la inseguridad personal. Pueden surgir en momentos de crisis vital, como el miedo al envejecimiento o la pérdida de atractivo.
A menudo se observan comportamientos narcisistas o mecanismos disfuncionales de gestión emocional. Aunque manifiesten infelicidad, la mayoría evita romper su relación formal por comodidad y miedo al cambio.
La perspectiva del hombre casado sobre su amante
La visión que los hombres casados tienen de sus amantes está llena de complejidades y contradicciones. La terapia psicológica permite acceder a verbalizaciones que ilustran este conflicto interno:
-"Con ella me siento libre": la amante representa una "escapatoria" de las responsabilidades matrimoniales. En psicología de pareja, esta percepción de libertad se considera una ilusión temporal que, con el tiempo, puede volverse tan compleja como la relación conyugal.
-"Ella me entiende como nadie": existe una tendencia a idealizar a la amante como la única que realmente lo comprende. Esta percepción suele ser una proyección de necesidades no resueltas dentro del matrimonio y tiende a desvanecerse a medida que la relación extramatrimonial se vuelve más cotidiana.
-"No quiero dejar a mi esposa, pero tampoco a ella": esta frase refleja una ambivalencia emocional y una dificultad para tomar decisiones que impliquen pérdida. Es una postura que busca mantener ambos vínculos, lo cual resulta emocionalmente insostenible y destructivo para todos los involucrados.
-"Con ella, todo es más fácil": al principio, la relación con la amante está libre de los problemas cotidianos del matrimonio, lo que genera una falsa sensación de facilidad. Esta percepción se basa en la novedad y suele desmantelarse cuando surgen los conflictos propios de cualquier vínculo.
Estas frases reflejan la confusión y el bloqueo emocional que experimentan, causando un daño significativo a ambas mujeres.
Consecuencias de ser amante
Este tipo de vínculo conlleva múltiples efectos negativos:
Autoestima dañada: no ser la prioridad erosiona el valor propio.
Pérdida de tiempo: limita la posibilidad de construir un proyecto con alguien disponible.
Culpa: por el daño propio y ajeno.
Aislamiento: la relación no puede compartirse con el entorno.
Dependencia emocional: más que amor, se trata de un vínculo adictivo.
Daño emocional profundo: superar estas secuelas puede requerir apoyo psicológico profesional.
Estrategias para olvidar a un hombre casado y romper el vínculo
Salir de esta dinámica es difícil, pero posible. Algunas claves:
-Aceptar la realidad: reconocer los límites de la relación.
-Aplicar el contacto cero: romper el vínculo físico y digital.
-Desmitificar la relación: dejar de idealizarla.
-Buscar apoyo emocional: acudir a un entorno de confianza o a un profesional de la psicología.
-Establecer límites claros: si el contacto es inevitable.
-Permitir el duelo: el dolor forma parte del proceso.
-Centrarse en uno mismo: reconectar con metas y vínculos saludables.
Reflexiones finales
El respeto, la disponibilidad y el compromiso son claves en cualquier relación sana, y están ausentes en muchas de estas dinámicas. Romper este lazo supone un acto de autocuidado y amor propio.
Con apoyo terapéutico es posible elaborar el duelo, sanar heridas y recuperar la autoestima. Cada persona merece una relación completa, libre de secretos y emocionalmente segura. Cerrar este ciclo puede ser el primer paso hacia una vida más plena y coherente con lo que se desea y se merece.
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Emisor: Psicólogo Víctor Saavedra
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