(Información remitida por la empresa firmante)
Madrid, 11 de junio de 2025.-
Hoy en día todo el mundo entiende que los datos gobiernan las vidas. La especie humana genera decenas de petabytes al día. ¡Pero ojo, no todos los datos son iguales!. Algunos describen qué sucede y otros además cuentan dónde suceden las cosas. Y ahí está la esencia de muchas decisiones que se tienen que tomar: desde por ejemplo diseñar rutas intermodales de transporte sostenible que aseguren eficientemente la distribución por el territorio de la red, hasta evaluar el impacto ambiental de un proyecto procesando información ambiental y cruzándola con la demográfica y económica... comprender el territorio, es decir, saber interpretar la información disponible, es esencial para actuar con eficacia.
Por eso, las aplicaciones que permiten visualizar, analizar y modelar información geográfica son básicas en sectores como el urbanismo, el medio ambiente, la movilidad o la gestión del agua y ganando peso en otros más puramente económicos, como la gestión inmobiliaria o el retail, a partir de técnicas de geomarketing. Y claro, con ellas, crece también la necesidad de profesionales capaces de utilizarlas con criterio.
La revolución del mapa inteligente
Las llamadas geotecnologías o tecnologías geoespaciales —mapas interactivos, plataformas de análisis espacial, servicios de localización o aplicaciones de visualización— están dejando de ser algo reservado a especialistas para convertirse en una competencia transversal, demandada en múltiples ámbitos. Cuándo por ejemplo se consulta cómo llegar más rápido a un sitio en GMAPS, ya se está usando este tipo de tecnologías.
No se trata solo de mirar mapas. Se trata de interpretar el territorio a través de los datos: comprender qué zonas necesitan atención; qué patrones espaciales se repiten; qué lugares están más expuestos a riesgos o cómo se puede intervenir con más precisión y eficiencia... Y esta capacidad, lejos de ser exclusiva de ingenieros o programadores, es cada vez más accesible a perfiles técnicos y profesionales de disciplinas como la biología, la geografía, el medio ambiente, la arquitectura o las ingenierías, economistas y un largo etcétera.
Un aprendizaje con recorrido profesional
En respuesta a esta transformación, instituciones como Geoinnova han desarrollado programas de formación que permiten entrar en el mundo del análisis territorial desde cero, pero también avanzar hacia niveles profesionales más exigentes. Uno de los referentes actuales es el Máster SIG Profesional en análisis territorial con herramientas libres, una formación online, práctica y escalable, estructurada en dos fases:
Primer año: bases sólidas
Se comienza con el aprendizaje del uso técnico de tecnologías SIG libres como QGI o PostGIS, trabajando con datos reales, casos prácticos y metodologías aplicables al entorno laboral.
Además, uno de los puntos fuertes del programa es que todo el profesorado está en activo en proyectos reales. Eso garantiza que los contenidos estén actualizados y que el enfoque sea completamente profesional, sin quedarse en lo académico.
El alumnado aprende a crear cartografía digital, analizar fenómenos espaciales, gestionar bases de datos geográficas y tomar decisiones apoyadas en evidencia espacial. Todo desde un enfoque aplicado, cercano y pensado para el día a día laboral.
Segundo año: hacia el perfil técnico avanzado
La gran diferencia de este máster respecto a otros es que no se queda en unos conocimientos generales ya que el segundo año está orientado a quienes desean ir un paso más allá: crear sus propios visores cartográficos, publicar mapas online, desarrollar geoservicios para compartir la información y automatizar tareas.
Se trabaja con tecnologías web como Leaflet, OpenLayers, HTML, JavaScript y Python, aprendiendo a diseñar aplicaciones geoespaciales interactivas, montar servidores espaciales o integrar análisis geográfico en proyectos propios.
Y lo cierto es que ese tipo de perfil técnico... se busca cada vez más por administraciones públicas, empresas de consultoría, agencias de cooperación y organizaciones dedicadas a la gestión territorial.
Una apuesta con propósito y futuro
Más allá de las salidas laborales, muchas personas llegan a este tipo de formación por el deseo de conectar su trabajo con un impacto real sobre su entorno.
Saber interpretar datos y representarlos sobre el territorio es una forma de contribuir a decisiones más justas, sostenibles y eficaces. Desde la creación de un plan de movilidad hasta la gestión de un parque natural o el seguimiento de zonas en riesgo por incendios. Las aplicaciones son infinitas.
Por eso, formar a personas que sepan usar estas herramientas no es solo una cuestión técnica: es una apuesta por el talento con propósito.
¿Para quién es esta formación?
El Máster SIG Profesional está recomendado:
Para profesionales del medio ambiente, la geografía, la biología, la ingeniería, el urbanismo o áreas afines.
Para técnicos que trabajan en administraciones locales, ONGs o empresas que gestionan el territorio.
Para personas que quieren reorientar su carrera hacia sectores con impacto real y demanda creciente.
Para quienes desean adquirir competencias digitales aplicadas, sin necesidad de tener un perfil puramente tecnológico.
No se requiere experiencia previa en programación, solo se necesitan ganas de aprender, cierta soltura con el ordenador, constancia y nada más.
El futuro se dibuja con datos… y sobre un mapa
La transformación digital del territorio ya está en marcha. Y quienes sepan interpretar ese nuevo lenguaje, el de los datos geográficos, estarán en mejor posición para liderar cambios, tomar decisiones informadas y aportar valor en un entorno profesional cada vez más conectado. Más información del Máster SIG de Código Abierto en: geoinnova.org/curso/master-sig-codigo-abierto
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