Actualizado 16/09/2015 18:55

Los artistas cubanos, en la encrucijada ante el fin del bloqueo

   'Cuba, ficción y fantasía' repiensa en Río de Janeiro la creación cubana contemporánea

   RÍO DE JANEIRO, 16 Sep. (Notimérica) -

   El acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, el fin a 54 años de bloqueo, abre una nueva etapa llena de esperanza, interrogantes y escepticismo, en la que los artistas cubanos se ven en la encrucijada, temerosos de que la economía de mercado acabe con los rasgos únicos de una de las escenas creativas más vigorosas de América Latina.

   "Es prematuro hacer pronósticos. Un país que planteó una enemistad durante décadas no va a enamorarse de Cuba en quince días", alertaba irónico el crítico de arte Orlando Hernández, al hilo de la exposición 'Cuba, ficción y fantasía', que desde la Casa Daros de Río de Janeiro ofrece un panorama de la complejidad del arte cubano de los últimos años con más de 140 piezas.

   En ocasión de la exposición varios de los artistas participaron la semana pasada en un coloquio que puso de manifiesto que Cuba "para bien o para mal, es un fenómeno de pasión", como aseguró el artista Yoan Capote. Su colega Tonel, que salió de Cuba hace quince años y ahora pasa la mayor parte del tiempo en Vancouver, es el autor de una de las obras más políticas de la exposición, una instalación en la que decenas de ladrillos de cemento dibujan la silueta de la isla junto a la palabra 'Bloqueo'.

   En su opinión, tras el fin del embargo Cuba se retomarán con normalidad las relaciones con su vecino más poderoso, pero confía en que no se repita la situación de "desventaja" en la que Cuba ha estado históricamente respecto a Estados Unidos. Ese es el miedo de la mayoría de artistas, tanto los que viven en la isla como los que trabajan fuera, aunque unos son más pesimistas que otros.

   "Los beneficios el pueblo no los verá ni en 30 años. Para mí la política lo ensucia y lo destruye todo. Quien quiera comprobarlo que vea lo paupérrima que está La Habana, que parece que hayamos pasado una guerra", se lamentaba Santiago Rodríguez Olazábal, que desde uno de los barrios más humildes de la capital cubana pinta grandes lienzos inspirados en las religiones afrocubanas.

   Los artistas coinciden en que la apertura internacional que se avecina provocará el florecimiento de galerías de arte, ferias, revistas especializadas, etc, lo que favorecerá a los artistas locales, pero que al mismo tiempo puede ser un regalo envenenado, como explicaba Hernández: "Tengo miedo a que los artistas empiecen a desviar su tranquilidad espiritual pensando en el dinero", decía.

EL PESO DE LA CENSURA.

   Hasta ahora los artistas cubanos tenían otras preocupaciones, como la falta de medios o la censura. Para Yoan Capote los años más duros pasaron hace tiempo y en las últimas décadas el castrismo se dio cuenta de que censurar a los artistas "causaba más revuelo que dejarlos trabajar". Por eso, la censura se volvió más inteligente y sutil.

   Además, subraya que muchos artistas han usado la censura "para brillar" y que muchos conciben sus obras esperando ser criticados para ver así como crece su prestigio en el mercado del arte. Ante una realidad como la cubana muchos se preguntan si el arte que se hace en la isla puede evadirse de su contexto y hablar de algo que no sea política.

   Hernández, en su papel de comisario, cree que hay una complejidad que va mucho más allá y lamenta que siempre acabe todo bajo la sombra de la política, mientras que Tonel remarca que el arte cubano es, desde hace mucho tiempo, muy cosmopolita: "No hemos vivido aislados en una caja de cristal".

   Tonel, igual que los hermanos Ivan y Yoan Capote, recuerdan como se formaron viendo películas de culto de cine japonés, polaco o esloveno y explorando toda la diversidad creativa de Latinoamérica, a pesar de su origen humilde. Es por ello que dicen estar muy agradecidos al sistema educativo cubano -"mi destino era estar sembrando arroz", decía Capote, a pesar de que reconocen que ha decaído mucho en los últimos años.

   Mientras tanto, los visitantes que sientan curiosidad por la creación cubana de los últimos años pueden acercarse a la Casa Daros de Río de Janeiro hasta el 13 de diciembre, donde encontrarán obras de los citados artistas y de Los carpinteros, Javier Castro, Ana Mendieta, Tania Bruguera, Marta María Pérez Bravo, René Francisco y Lázaro Saavedra, entre otros.