Actualizado 22/01/2017 07:17

'La Bestia', abocada a estrellarse contra el muro de Trump

La bestia
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   CIUDAD DE MÉXICO, 22 Ene. (Notimérica) -

   La red ferroviaria mexicana por la que se deslizan a toda velocidad los trenes de mercancías que cada día transportan a multitud inmigrantes, mayoritariamente centroamericanos, encaramados a él para atravesar las puertas hacia el esperado "sueño americano", se ha ganado a pulso el nombre de 'La Bestia' e incluso el de 'El tren de la muerte'.

   A consecuencia de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca junto con sus nuevas políticas sobre inmigración que tanta polémica están causando alrededor del mundo, analizamos una de las fuentes de mayor flujo migratorio desde México y Centroamérica hasta Estados Unidos.

   Una pared de 3.185 kilómetros a lo largo de toda la frontera común entre México y Estados Unidos amenaza imponente la ruta desde el sur hasta el norte de México a lomos de 'La Bestia', que transporta cerca de 500.000 inmigrantes ilegales que luchan y arriesgan sus vidas por llegar hasta la línea divisoria con Estados Unidos y por intentar traspasarla con la intención de lograr una vida mejor.

   Poco se sabe sobre qué sucederá con este transporte de sueños y pesadillas de llegar a construirse el muro divisor con el país iberoamericano que, lejos de acabar con la inmigración ilegal que con seguridad encontrará otro modo de pasar, podría poner fin definitivamente al trayecto que tantas muertes y sufrimiento ha causado.

   Tal vez solo suponga una excusa para encarecer el viaje y aumentar la violencia dentro de él, tanto por parte de los narcotraficantes, metidos en este negocio, como por parte de los trabajadores del tren que en algunos casos también se aprovechan de la trágica situación de los polizones, según han comentado en más de una ocasión personas que se han expuesto a este recorrido.

   En los últimos meses, Trump ha hecho gala de su intención de construir un muro y de deportar masivamente a los inmigrantes ilegales. Sus políticas de inmigración son duras y el peso de estas decisiones caerá sobre México de manera irremediable.

MEDIDAS MEXICANAS

   Según la ONG Amnistía Internacional, que lucha por la protección de los derechos humanos, este país es "uno de los pocos en el mundo que es tanto una ruta de destino y tránsito de inmigrantes como punto de partida para la emigración teniendo en cuenta el número de mexicanos que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos en busca de trabajo". Lo cierto es que parece que se avecinan cambios y tempestades en tierras mexicanas al respecto.

   Desde hace un tiempo, la política mexicana en este aspecto parece un tanto contradictoria. El Gobierno ha llevado a cabo medidas para intentar controlar los raíles con el objetivo de evitar que la gente acceda al "tren de la muerte". Sin embargo, también ha tomado otro tipo de medidas que han incentivado la migración hacia México por parte de centroamericanos.

   En 2014, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en colaboración con Honduras, El Salvador y Guatemala, otorgó a los inmigrantes una tarjeta de visitante regional que les permitía permanecer en los Estados fronterizos del sur del país durante 3 días. El objetivo, según el Gobierno mexicano, era fomentar el flujo migratorio de un modo seguro, legal y ordenado.

   A pesar de que los polizones a bordo de 'La Bestia' son menos, el Programa Frontera Sur tuvo un efecto adverso: el incremento del número de inmigrantes detenidos en México.

   Entre las medidas que México tomó para controlar la inmigración ilegal a través de 'La Bestia' estaba la retirada de la concesión a la empresa encargada de la ruta ferroviaria por la que transcurre el tren. Una vez tomado el control, implantaron vigilancia. No obstante, la problemática continúa.

   Pese a que el número de viajeros es menor, la violencia, las extorsiones, los robos, las violaciones continúan a la orden del día contra hombres y mujeres que se suben al tren cada día.

TREN DE LA MUERTE

   Este tren de mercancías supone la manera más rápida para los emigrantes de atravesar México en dirección a las principales ciudades fronterizas del norte con Estados Unidos: Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros. Pero también es la más peligrosa.

   En un entorno cargado de crimen organizado, el camino se ha convertido en una lucha por la supervivencia rodeado de criminalidad y de pobreza. Se calcula que alrededor de medio millón de personas arriesgan sus vidas cada año subiéndose al feroz tren para intentar alcanzar Estados Unidos. Aunque también se sabe que la mayoría de ellas son reincidentes que ya han realizado el peligroso viaje en más de una ocasión y vuelven a embarcarse en él tras haber sido deportados.

   El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México, son los países de procedencia más comunes entre la gente que viaja en 'El tren de la muerte'. La situación de pobreza a la que se enfrentan, junto con la presencia de conflictos civiles y políticos, son algunas de las razones que les animan a huir en esta peligrosa ruta.

   Lo cierto es que en todo este entramado el papel que juegan las empresas es fundamental por su doble moral. Algunas de las empresas de ferrocarriles que operan la línea han llegado a afirmar que la responsabilidad de lo que sucede en los trenes es del Gobierno.

   Sin embargo, testigos sostienen que los propios empleados de las operadoras son parte de la cadena de abusos de los que son víctimas los inmigrantes y que la responsabilidad de que eso no suceda tiene que recaer en la propia empresa también.

   Los trenes que forman parte de la denominada 'Bestia' pertenecen principalmente a la empresa estadounidense de ferrocarriles Kansas City Southern y a la mexicana Ferromex.

LAS PATRONAS

   En los últimos años, en México han proliferado las organizaciones que se sitúan en los pueblos al pie de la vía para proporcionar ayuda a las personas que están afrontando este viaje. A la iniciativa se suman incluso familias mexicanas y otros miembros de la comunidad.

   Este es el caso de 'Las Patronas', un grupo de mujeres que desde hace dos décadas entregan cada día bolsas de comida y agua que arrojan a los inmigrantes que se asoman desde el tren que pasa por el pueblo a gran velocidad. En el intento todos arriesgan su vida.

   'La Bestia' en pocas ocasiones frena su marcha para facilitar el trabajo de estas mujeres, por lo que son más que comunes los accidentes y las amputaciones.

   La asociación femenina acoge durante un tiempo a los inmigrantes que están de paso y que necesitan descansar a cambio de su participación en las labores de ayuda. Además, han comenzado a involucrarse de una manera más activa en el tema de la inmigración tratando de concienciar sobre las causas que motivan a estas personas a abandonar su país y sumergirse en este peligroso viaje.