Actualizado 03/04/2015 12:15

La cerámica de Tlalpujahua, fusión de pasión y ciencia en México

Cerámica en México
Foto: NOTIMEX
  

TLALPUJAHUA, 3 Abr. (Notimex/Notimérica) -

   Para el artesano mexicano Gustavo Bernal, quien combina la pasión con la ciencia en la creación de piezas de cerámica, sus manos son la principal herramienta de trabajo, pues a través de ellas se puede crear lo que se desea.

   Bajo este pensamiento, Don Gustavo transmite de manera gratuita sus conocimientos a niños, jóvenes y adultos que asisten a su Taller Escuela Cerámica ACA, que se encuentra en las orillas del pueblo mágico de Tlalpujahua, Michoacán, cerca del Museo Tecnológico Minero Siglo XIX "Mina las dos estrellas", en México.

   "Entre menos herramientas utilizo para mis creaciones artesanales es mejor, porque transmito al barro lo que deseo dentro de mí, es como si uno conviviera con su pareja sentimental", expresó el artesano.

   Compartió que luego de tomar un curso de cerámica en un intercambio cultural con japoneses, específicamente con el grupo Moa, en Toluca (México), decidió abrir este espacio para enseñar, difundir y promover la artesanía de barro.

   Antes de explicar todo el proceso de la cerámica, Bernal compartió con la prensa que en este arte trabaja con los cuatro elementos principales del universo: tierra, aire, fuego y agua.

cerámica tlalpujahua

   "Como buen mexicano aprendí de otros maestros como mi padre, un artista plástico que me enseñó mucho, pero también un artista debe de aprender de lo técnico, científico", expresó.

   Por lo anterior, explicó, decidió hacer esta escuela cuyos talleres son gratuitos, dirigidos a todo el público desde niños, jóvenes, adultos y para todo aquel quiera aprender la técnica.

   "Lo primero que pregunto a quienes asisten al taller es hasta donde llega su deseo de aprende, si lo hacen como pasatiempo o por querer ser un un buen artesano o un buen maestro".

   Reiteró que lo más importante de esto es que la tierra lo da la naturaleza, el oxígeno la naturaleza, "lo tenemos todo, esta escuela no cobra absolutamente nada, todo es gratuito, por qué cobrar si ya todo lo tenemos aquí, nada más es cosa de saberlo poner".

   Frente a los cuatro grandes contenedores en los que se inicia la preparación del barro, Bernal explicó que hay mezclas que requieren de 24 horas a seis días de reposo para que adquieran la consistencia adecuada.

   Se trata de un proceso artesanal, en una de las etapas, el artesano se introduce descalzo y empieza a pisar el lodo, como si fuera la uva en el caso de los viñedos.

   Una vez listo, se lleva el barro a la mesa y se coloca en el torno de pie, perfectamente centrado antes de empezar la pieza que uno va a crear, "tal vez uno dice que es fácil centrarla, pero todo tiene su técnica" y con las herramientas como aguja, pedazo de cuero, hilo y un alambre, se inicia el trabajo.

    "Primero, el barro se tiene que poner en forma de caracol, luego de hacerlo, se empieza a dar la forma sutilmente con la mano, una y otra vez, de abajo hacia arriba, una y otra vez, en este caso un platito o un jarrón pequeño", dijo.

   Después que se tiene o tienen las piezas, se llevan al horno a unos 850 grados para quemarla hasta llegar a 1.100 grados centígrados, en que el barro quede completamente duro, a esto se le llama cerámica.

   Finalmente, se le da el toque decorativo con los colores que uno haya seleccionado, sea un plato, jarrón, ceniceros, saleros o servilleteros, entre muchos otros.

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