Publicado 13/07/2023 15:01

Chile.- Un curso de la UIMP rescata del "olvido" la obra de Ramón de la Serna y a sus personajes "ambivalentes y ocultos"

Presentación de la nueva edición a cargo de Daniela Agrillo del libro 'La noche inclinada' de Ramón de la Serna.
Presentación de la nueva edición a cargo de Daniela Agrillo del libro 'La noche inclinada' de Ramón de la Serna. - UIMP

SANTANDER, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los personajes "ambivalentes y ocultos" que tanto "fascinaban" al escritor hispano-chileno Ramón de la Serna se abordarán este jueves en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, gracias a un curso que rescata del "olvido" su obra y a una nueva edición del último drama del autor, 'La noche inclinada', que ha llevado a cabo la doctora en estudios literarios Daniela Agrillo.

Durante la presentación este jueves del libro y del curso 'Ramón de la Serna. Un escritor poliédrico, entre España, Alemania y Chile', Agrillo ha explicado que, al igual que en sus obras anteriores, De la Serna se centra en esos personajes que "como él, no habían tenido el merecido reconocimiento" y que "se quedaron en la sombra".

Y es que según ha explicado el escritor y crítico de arte Juan Manuel Bonet, que ha acompañado a Agrillo durante el encuentro con la prensa en el Palacio de la Magdalena, Ramón de la Serna fue un escritor que "tuvo tres problemas para su visibilidad".

El primero de ellos fue que "se le confundió en vida con su casi homónimo Ramón Gómez de la Serna" e incluso utilizaba el seudónimo Ramón de Luzmela o se refería a él mismo como 'El otro ramón'; por otro lado, era hijo de la también escritora santanderina Concha Espina, con quien colaboró y a quien "adoraba", pero con quien tenía también "una tensión dramática".

Y por último, su hermano Víctor de la Serna, que fue "un gran periodista y escritor de vanguardia" y que, al igual que su madre, "estuvo en el lado franquista durante la guerra civil española", mientras que Ramón de la Serna la pasó "oculto en Madrid junto a su mujer judía", sin acogerse a "la sombra protectora de su hermano" y "preocupado por la relación entre España y Alemania en esa época".

En 'La noche inclinada', De la Serna se decidió por un drama histórico sobre la independencia de Chile, pero enfocándose en ese personaje oculto que en esta ocasión recaía en el expresidente de la Junta Militar de Gobierno chileno José Miguel Carrera.

Ya en sus primeras obras, según ha detallado Agrillo, De la Serna dirigía su mirada a esos personajes en segundo plano, como en 'Boves', un escrito teatral sobre la independencia de Venezuela centrada en la figura de José Tomás Boves y no tanto en la de Simón Bolívar.

Así, en 'La noche inclinada', con su mirada "progresista", Ramón de la Serna "anticipó" la importancia de personajes que "fueron criticados en su momento" y que "solo mucho tiempo después los historiadores han reevaluado", como es el caso de José Miguel Carrera, quien "era considerado un nuevo Napoleón Bonaparte en tierras chilenas que solo pensaba en sus propias ventajas y no en la independencia de Chile".

En concreto, la obra se centra en los últimos años de vida del expresidente de la Junta Militar de Gobierno chileno, cuando el autor pudo analizar al personaje en su momento "más débil", estudiando su "lado humano, su miedo y su valentía frente a la muerte".

En el último acto de la obra, el "más intenso", entran en escena personajes alegóricos de la muerte, la envidia y la noche, y esta última "se inclina", como dice el título, sobre el fantasma de Carrera para que sus hazañas "brillen para la eternidad y que la muerte no pueda llevárselo".

Otro de los aspectos que interesaban a Ramón de la Serna en sus obras, ha apuntado la autora de esta nueva edición, eran los "valores que están desapareciendo", así como en las "humanas contradicciones" que caracterizan a los héroes.

Todo ello lo plasmaba en la escritura con un estilo "muy difícil y cerebral", ya que al ser entre también traductor, le resultaba "fundamental" encontrar la palabra "más correcta y apropiada" para cada momento, algo que al principio puede suponer un esfuerzo para el lector, pero que una vez entra en la historia, "se siente satisfecho", ha concluido Agrillo.