Publicado 22/11/2023 12:01

Chile.- 'La posibilidad de la ternura' explora en el Teatre Lliure las nuevas masculinidades

Presentación del montaje 'La posibilidad de la ternura', con dramaturgia y dirección de Marco Layera y Carolina de la Maza, de la compañía chilena Teatro La Re-Sentida, en el Teatre Lliure de Barcelona
Presentación del montaje 'La posibilidad de la ternura', con dramaturgia y dirección de Marco Layera y Carolina de la Maza, de la compañía chilena Teatro La Re-Sentida, en el Teatre Lliure de Barcelona - EUROPA PRESS

Se podrá ver del jueves al domingo en la sala de Montjuïc

BARCELONA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Teatre Lliure de Barcelona explora las nuevas masculinidades y el "relato cultural muy bélico" del patriarcado en el montaje 'La posibilidad de la ternura', con dramaturgia y dirección de Marco Layera y Carolina de la Maza, de la compañía chilena Teatro La Re-Sentida.

Layera lo ha explicado en la presentación del espectáculo este miércoles en Barcelona junto a Carolina de la Maza; el director del Lliure, Juan Carlos Martel Bayod, y los siete actores: José Miguel Araya, Dimitri Bueno, Camilo Bugueño, Efraín Chaparro, Marcos Cruz, Matías Mendez y Leftrarü Valdivia.

'La posibilidad de la ternura', que se podrá ver desde este jueves al sábado en la sede de Montjuïc del Lliure, se estrenó en septiembre en Alemania y es la continuación de 'Paisajes para no colorear' (2018), donde Layera exploraba la naturaleza de la violencia.

En esta ocasión los jóvenes, de 14 a 18 años y sin formación en artes escénicas, suben al escenario para resistirse al mandato cultural que les "impone" ser agresivos y autoritarios y construir su propia masculinidad a través de la ternura.

Layera ha destacado que la producción tiene una "base real" y es el resultado de un proceso de investigación que recoge los testimonios reales de adolescentes que participaron en talleres y audiciones para reflexionar sobre el afecto, la fragilidad y la masculinidad.

ABRIRSE A MOSTRAR AFECTO

Ha añadido que los intérpretes se enfrentan al miedo de ser marginados y humillados, abriéndose a la posibilidad de manifestar su afecto, y es un ejercicio de "optimismo ante una realidad gris".

La obra responde al anhelo que tenían como creadores "de aunar un proceso social y un proceso artístico de manera orgánica" y sellar un pacto creativo con jóvenes para reflexionar sobre el mandato cultural que les dicta cómo deben actuar, ha dicho.