Actualizado 07/11/2017 12:06

El crítico uruguayo Mirito Torreiro presenta un análisis del documental latinoamericano contemporáneo

TEMPESTAD TATIANA HUEZO
REUTERS

   MADRID, 7 Nov. (Notimérica) -

   La producción de cine documental latinoamericano ofrece en la actualidad importantes cambios con respecto al conjunto audiovisual presentado en los años 90, ya sea a nivel técnico como narrativo, debido a que la época vivida marca un cambio en la temática de sus historias.

   Mientras que antes se trataban aspectos políticos, en la actualidad se hace especial hincapié en tomar por protagonistas a sujetos sociales pertenecientes a minorías sexuales o raciales, así como repasar la importancia de los pueblos indígenas y sus orígenes.

   Para dar a conocer la evolución del documental latinoamericano, el crítico de cine uruguayo Mirito Torreiro presentará un espacio que lleva por título 'Entre el yo y el nosotros' este martes 7 de noviembre a las 19.00 (hora local) en Casa de América de Madrid, España, con motivo del 25 aniversario de esta institución.

   Durante el ciclo, el escritor destacará el gran cambio que ha experimentado el documental latinoamericano y la "eclosión brutal del documental por multitud de razones, entre ellas, la creación de nuevas legislaciones y estructuras cinematográficas para el impulso de las coproducciones", admite Torreiro.

   En una entrevista concedida a 'Notimérica', el crítico colaborador en famosas publicaciones como 'Fotogramas o 'Cahiers du Cinèma' quiso destacar "el salto enorme en la producción de los documentales, que son considerados como los parientes pobres de los demás formatos", comenta a este medio.

   "Estos proyectos necesitan un lugar para darse a conocer en medio de una enorme contaminación audiovisual y para ello cuentan con la implementación de políticas en países donde es inaudito que las haya, como en República Dominicana, así como una llegada masiva a los festivales", aclara el crítico.

   A lo largo de estos años, el documental "se ha beneficiado de la etiqueta de la verdad" frente a otro tipo de formatos o géneros, como es el caso de los abundantes reality shows y ficciones que ocupan prácticamente toda la programación de las televisiones.

   Para lograr y garantizar una masiva acogida de este tipo de producciones latinoamericanas de carácter documental, Torreiro lanza dos propuestas: "quitarnos de la cabeza el éxito económico, porque estos trabajos que son las migajas de la ficción están pensados para hacer pensar" y "aumentar el nivel de calidad" de las películas.

   Mientras tanto, el crítico recuerda la indudable transformación de esta expresión audiovisual que "tiene la capacidad de dar cuenta de lo que ocurra desde el 'yo'" y anima a los latinoamericanos a consumir y extender la visualización de estos proyectos, que en estos días compite "de tú a tú, directamente" con trabajos internacionales y muestra su carácter plenamente competitivo.

   "Para poner de ejemplo lo mucho que han cambiado las cosas, se me ocurre que el director uruguayo Mario Handler estuvo mucho tiempo en las carteleras nacionales con 'Aparte' (2002) junto a una película de Steven Spielberg", puntualiza.

   Por la fecha a la que se refiere Torreiro, entendemos que sus aproximaciones se refieren a dos de las películas más elogiadas del realizador estadounidense, 'Atrápame si puedes' y 'Miniority Report'. Ahí es nada: ha llegado la nueva era del cine documental latinoamericano.