Actualizado 24/05/2018 10:06

Se derrumba el cine Parravicini de Tucumán, emblema de las salas de cine argentinas

Cine parravicini
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   MADRID, 24 May. (Notimérica) -

   El edificio del emblemático cine Florencio Parravicini de la ciudad argentina de Tucumán, que este miércoles por la noche se derrumbó causando la muerte de tres personas, fue construido hace más de 90 años en pleno centro de San Miguel para albergar la primera sala destinada a la proyección de películas.

   Así lo cuenta en una entrevista concedida al diario 'La Gaceta', tan solo unas horas después de los hechos, uno de los tucumanos más aficionados al mundo del cine, el exprofesor de geografía del Gymnasium Ricardo Brunetti. "Se me escapó una lágrima", indica Brunetti en referencia a la noticia. Tal como cuenta, tiene dos libros escritos sobre el séptimo arte tucumano y "en ambos tengo capítulos titulados 'Mi bella sala'", en referencia a la Parravicini.

   "Fue la sala más linda de Tucumán porque fue la primera sala que se construyó específicamente para cine. Porque el Majestic o el Moderno eran establecimientos refaccionados (...) era tal cual como debería ser una sala", destaca al diario, recordando que "estuve muchas horas dentro de esas salas y me encontraba con mucha gente, con mucho movimiento. Verlo cerrado, como un desierto, semidestruido; me conmueve. Sinceramente* no puedo creer que haya pasado eso con el cine".   

   Inaugurada el 5 de julio de 1923 como 'Grand Splendid Theatre', en 1971 se transformó en el teatro Florencio Parravicini, nombre que hace honor al famoso actor de cine argentino del siglo XIX. De lunes a jueves se proyectaban películas y los fines de semana, obras de teatro, de revistas y hasta musicales. Años después de su apertura la sala, de estilo francés, incluyó un ciclo de cine erótico que revolucionó el lugar, recuerda 'Clarín'.

   A lo largo de los años en los que esta estuvo abierta pasaron por sus butacas y tablas figuras trascendentes de la escena nacional argentina, recuerda el citado medio. Sin embargo, poco a poco el negocio fue decayendo y acabó convirtiéndose en 1998 un restaurante de comida asiática que, en 2001, también cerró e hizo que el espacio fuera un café con bowling hasta el año 2017.   

   "Era una sala de mucho prestigio social. Hasta tal punto que cuando se publicaban las notas en los diarios, ponían los nombres de quienes asistían a los estrenos importantes. Por lo general, pertenecían a la aristocracia tucumana. Iban personas adineradas y eran como encuentros sociales, puntos de encuentro de la época", describe el exprofesor a 'La Gaceta'.

   En los últimos meses el edificio, que formaba parte del inventario de lugares de valor patrimonial en carácter de Componente del Patrimonio Arquitectónico de la Municipalidad de la capital, estaba siendo remodelado y se estima que ha sido "un problema edilicio" el que ha ocasionado el derrumbe del mismo este miércoles en torno a las 20.00 (hora local), momento de mayor afluencia de gente y actividad comercial en el lugar.