Actualizado 22/04/2017 07:19

El día que Argentina sentó a sus dictadores en el banquillo

Juicio a las juntas
WIKIPEDIA

   BUENOS AIRES, 22 Abr. (Notimérica) -

    "Todo cae por su propio peso", tal y como afirma el dicho popular. Las condenas a los responsables de los crímenes por terrorismo de Estado de la dictadura que gobernó Argentina iniciada por Jorge Rafael Videla entre 1976 y 1983, finalmente llegaron.

   Con nombre y apellido cada uno de los comandantes militares que cometieron atrocidades durante esa etapa de terror en el territorio iberoamericano fueron "castigados" en un proceso judicial que marcó un antes y un después en la historia del país, el Juicio a las Juntas.

   Este juicio fue "un símbolo de la inacabada lucha por los derechos humanos, que hoy se traducen en el derecho a una vida digna", afirmó entonces uno de los jueces que llevaron a cabo el proceso judicial, Ricardo Gil Lavedra.

   Este proceso fue ordenado por el presidente Raúl Alfonsín contra las tres primeras juntas militares de la dictadura autodenominada 'Proceso de Reorganización Nacional' que estaban acusadas de violaciones a los derechos humanos.

   Para documentar las causas del juicio contra las juntas se creó la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), una organización independiente que registró más de 9.000 casos de violaciones de derechos humanos en un informe llamado 'Nunca más'.

   Gracias a este documento pudo desarrollarse el juicio que se inició tal día como hoy en 1985 y se extendió hasta el 14 de agosto. Pasados unos meses, el 9 de diciembre de ese mismo año, se dictó sentencia.

CONDENAS

   El resultado del proceso judicial fue la condena a reclusión perpetua para Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera; Roberto Eduardo Viola fue condenado a 17 años de prisión; Armando Lambruschini a ocho años y Orlando Ramón Agosti a cuatro años. Los acusados Omar Graffigna, Leopoldo Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo no fueron condenados por no haberse podido probar los delitos que se les imputaban.

   

   Sin embargo, tanto el propio Alfonsín como su sucesor en la Presidencia de la nación, Carlos Menem, quisieron mitigar sus efectos; Alfonsín, promulgando las leyes de Punto Final y Obediencia Debida en 1986 y 1987 y Menem, decretando --entre 1989 y 1990-- un total de 10 indultos para buena parte de los condenados.

   Ambas actuaciones, conocidas como Leyes de Impunidad, motivaron la indignación de buena parte de la sociedad argentina que consideró restablecida la justicia cuando en 2003 el Congreso las anuló y, posteriormente, la Corte Suprema de Justicia las declaró inconstitucionales, confirmando las penas impuestas en 1985.

   Los indultos son un recuerdo amargo para Lavedra. "Como miembro de la CONADEP, expreso mi oposición a los indultos por los hechos atroces que ocurrieron en nuestro país. Me provocaron dolor", indicó el juez.

   El Juicio a las Juntas constituyó y constituye una escena emblemática y, para muchos, el comienzo del período postdictatorial inaugurado en 1983.

PRÓFUGOS

   Argentina finalmente hizo justicia, aunque no pocos mandos prófugos del terrorismo de Estado lograron introducirse en España y en otros países europeos sin haber sido capturados todavía. "Tengo la completa seguridad de que es así", afirma el abogado de las víctimas, Carlos Slepoy.

   "Algunos podrían estar viviendo todavía en los barrios ricos madrileños de La Moraleja o Aravaca, pero se abandonó la investigación", afirmó Slepoy a 'La Nación'. En este sentido, al menos 59 de las 510 personas sujetas a proceso en Argentina se encuentran huidas, de acuerdo con la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).