BOGOTÁ, 25 Abr. (Notimérica) -
En Bogotá, además de los cerros y la arquitectura colonial del centro, las iglesias con forma de nave espacial o cohete constituyen parte de su identidad.
De unas 900 iglesias católicas que hay en Bogotá, 20 de las cuales son edificaciones coloniales, alrededor de 800 iglesias se construyeron entre 1930 y finales de 1960. Estas últimas están caracterizadas por los arcos parabólicos, que son a la vez pared y techo, y simulan la estructura de una nave espacial.
Según el arquitecto y director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá, Mauricio Uribe, estas iglesias modernas aparecieron como consecuencia de "las transformaciones sociales, políticas y económicas a partir de los años 30, el desarrollo urbano de las ciudades, las influencias culturales foráneas, sumadas a la búsqueda de una identidad arquitectónica propia".
Dos fenómenos pueden estar asociados a la aparición de estas grandes obras religiosas modernas en Bogotá. El incremento económico que se dio en el país entre los años 40 y 50 y la necesidad de satisfacer la demanda de espacios de culto para una creciente población urbana, que pasó del 31 por ciento en 1938 al 52 por ciento en 1964.
El diseño moderno de estas iglesias tiene un coste de construcción más económico, tienen mucha capacidad de aforo, algo importante teniendo en cuenta que en Bogotá viven unos ocho millones de habitantes, y su estética moderna ofrece un ambiente luminoso y colorido que pretende agradar y dar una visión de esperanza y expectativa a los más jóvenes.