VENECIA, 1 Sep. (Notimérica) -
El cineasta mexicano Guillermo del Toro demostró en la segunda jornada de la 74ª edición del Festival de Cine de Venecia que sus historias son universos con sello propio que gustan a todo tipo de públicos.
La presentación de su último trabajo, 'La forma del agua', por el que compite en la Sección Oficial, se ajustó a las expectativas de los espectadores, que aplaudieron hasta el infinito su trama y su original forma de contarla.
Protagonizada por la actriz británica Sally Hawkins y contando como Octavia Spencer como actriz secundaria, el largometraje se centra en una extraña e intensa relación amorosa entre un monstruo subacuático y una empleada de la limpieza que es muda.
"Los Beatles y Jesús no pueden estar equivocados", afirmó el director mexicano aspirante al León de Oro por su película en lo que a la fuerza del amor se refiere, según información recogida por 'El Espectador'.
Una vez más Del Toro ha confeccionado un universo único como ya lo hizo con 'Cronos' (1993), 'Hellboy' (2004) o la tres veces galardonada con el premio Oscar, 'El laberinto del fauno' (2006).
Ésta última ha sido la gran comparada con su nueva producción por el tratamiento de sus extrañas criaturas, que en lugar de estar ambientada en la posguerra española como en la primera, se sitúa en la América de 1962, esto es, en plena Guerra Fría.
Con un marcado tinte adulto, político, oscuro y misterioso, esta historia de amor entre un humano y una bestia evoca al gran clásico de 'La Bella y la Bestia' --recientemente estrenado como un remake protagonizado por Emma Watson-- pero desde un punto de vista más sucio y perverso.