Actualizado 07/03/2017 21:05

Las jóvenes iberoamericanas reclaman su hueco en el mundo de la tecnología y las ciencias

Científicos
PIXABAY

   CIUDAD DE MÉXICO, 7 Mar. (Reuters/Notimérica) -

   Lilia Lobato Martínez se quedaba hasta altas horas de la noche mirando infinidad de videos en YouTube para aprender el código informático necesario para construir su aplicación ganadora Ool para voluntarios en Guadalajara (México).

   Ahora, la estudiante de ingeniería electrónica de 18 años está usando los 10.000 dólares que ganó el año pasado por su aplicación en la competencia femenina internacional Technovation para seguir desarrollando Ool, que hasta el momento ha vinculado a más de 1.000 voluntarios con 20 grupos sin ánimo de lucro en la segunda ciudad más grande de México.

   "Muchas personas se quejaban constantemente de que todo estaba mal, pero vi que nadie salía a la calle como voluntario", dijo Lobato. "Así que decidí desarrollar una aplicación que es un compendio de todas las organizaciones sin fines de lucro para saber lo que México está construyendo", añadió.

   Con planes de crear un centro para enseñar a los niños a codificar, Lobato dijo que muchas de sus amigas rehuían el sector de la tecnología porque estaba dominado por hombres. Solo cuatro de 40 estudiantes en su curso son mujeres, señaló. En América Latina, la participación femenina en tecnología y ciencia ha quedado muy por detrás de la de los hombres, dicen expertos.

   "Los chicos piensan que para ellos es fácil y esperan ser inteligentes en el área de tecnología (...) no se espera eso de las chicas, y eso está reafirmado con frecuencia por el sistema educativo", dijo Gloria Bonder, jefa de la UNESCO para temas femeninos, científicos y tecnológicos en América Latina.

   Pese a que el 44 por ciento de todos los cargos de investigación científica -incluyendo ciencias sociales- en la región están ocupados por mujeres, el género está subrepresentado en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), según la UNESCO.

   Ahora, varios proyectos están intentando mejorar el acceso de las jóvenes y darles la capacidad y la confianza para competir por esos trabajos.

TRABAJO

   Uno de esos proyectos es la academia de codificación Laboratoria en Lima (Perú) que encuentra talentos "donde nadie está buscando", dijo su presidenta ejecutiva Mariana Costa Checa. Más de 1.000 mujeres postularon para 70 lugares en su taller intensivo donde candidatas con bajos recursos se capacitan como desarrolladoras web.

   Con tantas jóvenes de familias pobres bajo presión para comenzar a ganar dinero en cuanto terminan la secundaria, Rebeca Vargas, presidenta de la Fundación EEUU-México, dijo que la mayoría de las que se inscribieron para un programa de CTIM que ayudó a crear en el estado mexicano de Puebla lo hicieron sin decirle nada a sus padres.

   Las familias con frecuencia esperan que las jóvenes consigan un ingreso para el hogar pero que no busquen cargos destacados en corporaciones o con salarios buenos. "Deben trabajar pero no deben educarse", dijo Vargas.