Publicado 11/12/2019 15:27

Juan Manuel Bonet y Juan Bonilla rescatan en un libro la aventura colectiva de la poesía vanguardista latinoamericana

MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

El poeta Juan Manuel Bonet, exdirector del Instituto Cervantes, y el novelista y también poeta Juan Bonilla rescatan la aventura colectiva de la poesía vanguardista latinoamericana en el libro 'Tierra negra con alas', que publica la Fundación José Manuel Lara dentro de la colección Vandalia.

Tal y como han explicado ambos autores este miércoles durante la presentación de este libro, la selección de los autores y los poemas representados ha sido un trabajo conjunto de Bonet y Bonilla: el segundo firma la introducción, una panorámica del periodo y de las singularidades nacionales o estéticas; y el primero se ocupa de las semblanzas que preceden a los poemas de cada uno de los autores.

En palabras de Bonilla, lo que más le interesaba de esta investigación, que ha definido como un "tortuoso placer", era observar cómo la noticia de las vanguardias "se expandía por el continente de manera casi simultánea" y se vincularon "para alzar ese gran movimiento que fue la vanguardia de América Latina".

Bonet y Bonilla han partido de una relación previa que superaba los 300 nombres, los cuales, tras sucesivas cribas, han quedado en 190 poetas, representados por 825 poemas. La ordenación del volumen, dividido en 20 secciones, los agrupa por países, no por movimientos, dado que en muchos casos los mismos poetas participaron de varios a la vez o sucesivamente.

Además, este volumen presenta una evolución que contempla a los autores de transición del modernismo a la vanguardia, que si no fueron propiamente vanguardistas participaron igualmente, como otros que no continuarían en esa línea rupturista, de la gran renovación de la poesía americana.

En este sentido, Bonet ha confesado que estuvieron "tentados" de añadir a los autores prevanguardistas ya que, al igual que en Europa, el "simbolismo fue un sustrato", pero finalmente decidieron empezar en el "quiebro del simbolismo y la vanguardia".

Según ha indicado Bonilla, cuando un movimiento tiene un "gran capitán general" corre el riesgo de que el resto se borre. En este caso destacan varios, entre los que ha citado a los peruanos Alberto Hidalgo o César Vallejo, pero ha matizado que "por debajo había muchas voces que merecían ser escuchadas y rescatadas del suelo".

Además, Bonilla ha precisado que la vanguardia no es un movimiento, sino "una época" que permitió la convivencia de "movimientos enemigos que militaban en un conjunto mayor" que, tal y como ha indicado, nació de la necesidad de acabar con "los cines y claros de luna".

PARÍS, "DENOMINADOR COMÚN"

Bonet ha señalado que para todos los poetas de la vanguardia latinoamericana, París fue un "denominador común", donde se conocieron y se "contagiaron". Además, ha señalado que casi todos ellos estuvieron interesados en las artes plásticas, publicaron en grabado en madera y estuvieron tentados por el "caligrama" y el "poema visual", así como por la música.

El exdirector del Cervantes ha indicado que entre estos poetas, a pesar de convivir en la vanguardia, había "gran variedad de posturas" políticas. De los casos "más extremos", como es el de Benjamín Morgado, que terminó siendo "pinochetista", a los autores Pablo de Roca y Pablo Neruda, que a pesar de ser ambos comunistas, "eran enemigos". "Si podían pegarse una cuchillada lo hacían", ha agregado Bonilla.