Publicado 12/02/2024 16:40

Latinoamérica.- 'En mitad de tanto fuego' regresa a los escenarios madrileños con tres funciones en Teatro del Barrio en marzo

Archivo - Rubén de Eguía da vida a un Patroclo que espera a Aquiles en 'En medio de tanto fuego', obra que llegará a Teatros del Canal.
Archivo - Rubén de Eguía da vida a un Patroclo que espera a Aquiles en 'En medio de tanto fuego', obra que llegará a Teatros del Canal. - TEATROS DEL CANAL - Archivo

La obra de Alberto Conejero e inspirada en 'La Ilíada', supone un alegato a los distintos y contra la guerra

MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

Tras pasar por numerosos escenarios en medio de una gira que ya la ha llevado a la Sala Negra de Teatros del Canal y con la que está viajando por distintos puntos de la geografía nacional e iberoamericana, la obra 'En mitad de tanto fuego', un alegato del dramaturgo Alberto Conejero contra la guerra y a favor de los distintos "sin eufemismos", llegará en marzo al Teatro del Barrio de Lavapiés.

Se trata de una aproximación a 'La Ilíada' de Homero desde la creatividad propia de Conejero y como un rechazo a la realidad que supone cualquier guerra, una propuesta que podrá verse en tres nuevas funciones los días 7, 8 y 9 de marzo a las 19.30 horas.

A escasos metros del público, el actor Rubén de Eguía transmitirá la fuerza de la poesía de 'En mitad de tanto fuego', un monólogo que parte de un episodio de La Ilíada, la relación entre Patroclo y su compañero de armas Aquiles.

El director de la obra es Xavier Albertí, quien en una entrevista concedida a Europa Press sintetizó la fascinación que pese al paso de los siglos, sigue generando la mitológica Guerra de Troya, el "origen de toda la descabellada relación del hombre con la violencia".

"La barbaridad de la guerra no tiene nada de épico", rechazó Albertí, quien huye de cualquier concepción similar en esta obra e incluso reconoce que, como espectador, se niega a participar de cualquier "espectacularización de la violencia". "Apago la tele o me voy del cine, lo que me interesa es la narración", ha explicado.

Por su parte el protagonista del montaje, el actor barcelonés Rubén de Eguía, conocido por sus papeles televisivos en 'Merlí' --donde daba vida a Albert-- o 'Acacias 38' --interpretando a Diego Alday--, se reconoció en otra entrevista consumidor de ese cine que define "con fuegos artificiales" y advierte de que pese a que no se muestre sobre el escenario, la presencia de Troya en el imaginario común permite que el público "vea las batallas" en el montaje.

"EL TEXTO DICE TROYA, PERO PUEDE DECIR UCRANIA, ISRAEL O PALESTINA"

"No podemos olvidarnos de que el espectador lee la obra en función lo que hacemos nosotros, pero también de lo que ha visto y vivido", añadió, al tiempo que subraya que aunque el texto "dice Troya", también puede "decir Ucrania o Israel o Palestina".

El alegato contra la guerra de 'En mitad de tanto fuego' se suma al que Conejero hace en el mismo del amor y el "viaje" a la "conciencia de la diferencia", una "historia de los distintos sin eufemismos", como defiende Xavier Albertí, quien considera un "privilegio" que el dramaturgo confiara el texto en sus manos.

La figura mitológica de Patroclo es el vehículo que utiliza Alberto Conejero para plantear esta propuesta escénica, ahondando en la relación entre el guerrero griego y su compañero de armas Aquiles, un afecto que desde sus orígenes fue para muchos algo más, una historia de amor entre dos hombres que a lo largo de la historia se ha desdibujado condicionada por la moralidad del momento y que ahora el creador aborda de forma directa basándose "en las herramientas que cada sociedad tiene" para atender "la realidad sexual, erótica y metafísica" de este personaje, un cuerpo "que desea y está esperando".

Y es que como se narra en el mito homérico, Patroclo caía en el asedio de Troya a manos de Héctor después de que éste lo tomara por Aquiles al portar sus armas, un error que desataría la ira del héroe griego y le costaría también la vida al príncipe troyano.

En la obra, estrenada en el Festival Grec de Barcelona el pasado mes de junio, Patroclo espera en un lugar indeterminado la llegada de su amado compañero, aunque como recalca Albertí, cada espectador será el que decida qué lugar es ése en el que aguarda el guerrero, ya sea "un purgatorio literario, metafísico o religioso" del que supura la idea de que "el deseo nunca se termina".

Precisamente sobre esto, Rubén de Eguía recalca que una de las cosas "más potentes" que siente como actor cuando se sube e interpretar a este Patroclo pergeñado por Conejero es que "el amor está por encima de todo".

"LO ÚNICO QUE HA MERECIDO LA PENA ES EL AMOR QUE NOS HEMOS DADO"

"Cuando despedimos a los que se van, lo único que ha merecido la pena es el amor que nos hemos dado, esto vale igual para tu pareja, tu hermano o tu abuela", sentencia el protagonista del montaje.

Un obra que ha supuesto un "reto" para su director, dada la "partitura enormemente compleja" confeccionada por Alberto Conejero, si bien reconoce que para ello ha contado con el "instrumento adecuado", en referencia a De Eguía, intérprete con el que ha trabajado y ha seguido desde el inicio de su carrera y al que se ha referido como "uno de los grandes actores de su generación".

A su juicio, el joven barcelonés está "comprometido profundamente con la verdad escénica", pero "sin necesidad de salvarse ni enseñar el artilugio técnico de su oficio". "No necesita la coartada virtuosismo técnico", ha incidido.

Unas alabanzas ante las que el aludido se limita a subrayar que Albertí "dirige muy bien a los actores" y logra inocular en ellos una "conciencia ideológica muy potente" para convencer a cada intérprete de "la importancia de lo que hace".

También ha ensalzado Rubén de Eguía la facilidad de interpretar un personaje diseñado por Alberto Conejero. "A veces es más difícil interpretar un personaje de una sola secuencia que uno con un texto entero con tal profundidad y detalles. Alberto te da un mapa, ya casi no hay que hacer nada, solo que las palabras pasen a ser carne", explica.

Una combinación, la de Conejero y Albertí, para que el actor ayuda mucho a cumplir con su labor. "Xavier ayuda mucho a dar el matiz a un texto como el de Alberto, que aunque tiene mucha poética, también tiene mucha raíz", señala.