Actualizado 05/08/2017 08:39

Un lustro de la inmortalidad de Chavela Vargas

Chavela Vargas durante un concierto
REUTERS / STR OLD
 

   CIUDAD DE MÉXICO, 5 Ago. (Notimérica) -

   Ataviada con un poncho rojo, solo le hacía falta una guitarra y un micrófono. De su garganta salía una voz desgarrada y lenta, que evocaba el pasado, el dolor y el amor. La inconfundible Chavela Vargas no murió, sino que alcanzó la eternidad el 5 de agosto de 2012.

   Nacida en Costa Rica, siempre ejerció de mexicana. El sufrimiento pronto se convirtió en su compañero de vida. Abandonada por sus padres, siempre fue una rebelde. Vestía pantalones, llevaba pistola, fumaba y bebía.

   Eminencia de la ranchera, su estilo de encararla también era diferente. Sin hacer todo lo que se supone que haría una mujer, ella no portaba volantes ni bailaba, sola, con una tenue luz, se presentaba en los escenarios dispuesta a transmitir sus experiencias con su voz rota, mientras era observada por José Alfredo Jiménez, su descubridor.

Concierto

   Pese a que en la década de 1950 tuvo que retirarse por problemas con el alcohol, la Sala Caracol de Madrid la vio renacer en 1993. El mundo redescubrió y se volvió a rendir a los pies de la mexicana, llenando sus conciertos allá donde fuera.

Amiga del cineasta Pedro Almodovar, puso banda sonora a varias de sus películas. Lesbiana, cuentan que compartió cama con Frida Kahlo y Ava Gardner, sin embargo, la mujer de su vida fue la abogada Alicia Elena. Con una profunda admiración por el poeta Federico García Lorca, se despidió de él y de España en julio de 2012, en un viaje que no quiso cancelar pese a su mala salud.

   Internada en un hospital a su vuelta, falleció el 5 de agosto de 2012 a los 93 años de edad. Un domingo, como ella quería, "para no echarle a perder el fin de semana a nadie".