Actualizado 27/09/2011 19:42

El mexicano Élmer Mendoza: "La violencia no acabará totalmente porque es el necesario desagüe de la Humanidad"

El escritor presenta su novela 'La prueba del ácido' en Sevilla, dentro del Ciclo 'Letras Capitales' del Centro Andaluz de las Letras

SEVILLA, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

El escritor mexicano Élmer Mendoza (Culiacán, 1949) presenta este martes en Sevilla, dentro del Ciclo 'Letras Capitales' del Centro Andaluz de las Letras, su libro 'La prueba del ácido', una novela donde retoma las andanzas del detective Edgar 'el Zurdo' Mendieta --la primera fue en 'Balas de plata', Premio Tusquets-- quien en esta ocasión se encargará de investigar el asesinato de una bailarina de striptease llamada Mayra Cabral de Melo, una investigación que le vuelve a introducir en el mundo del narco, su violencia y su corrupción.

En una entrevista a Europa Press, Mendoza ha explicado que cuando escribió 'Balas de plata' "le quedaron muchas cosas en el tintero", por lo que continuó escribiendo unos dos meses más, y "aunque pensé no volver a tocar el tema, conforme pasaban los meses me di cuenta de que no podía escapar, que tenía que volver con ese personaje, y lo que hice fue recuperar algunas de las anécdotas que había trabajado y enriquecerlas con otras nuevas", asegura. "Ahora ya no estoy en ese dilema, porque haré una tercera para ver si con eso es suficiente para que sea una saga", agrega.

Así, con 'La prueba del ácido', el escritor mexicano vuelve a reflejar la violencia y la corrupción que genera el narcotráfico en su país, una violencia que a juicio del autor "va a acabar" en su nivel actual, aunque "no acabará totalmente porque es el necesario desagüe de la Humanidad, muy depredadora y siempre autodepurándose". "Pero digamos --continúa el Premio José Fuentes Mares-- que esta violencia innecesaria si va a acabar; y aunque no sé ciertamente lo que hay que hacer, en mi país hay expertos que estoy seguro que tienen la solución".

En este sentido, afirma que "hay que diseñar un política para acabar con la violencia", la cual no se ha hecho hasta ahora porque "hay dos factores por los que al Gobierno mexicano le conviene que haya violencia: es un tema muy mediático, y, además, ha sido un Gobierno que deja mucho que desear, que no ha podido sacar adelante las políticas para resolver las carencias económicas, el asunto de la educación, de salud, y entonces una manera muy sentimental de influir en la población era estar siempre hablando de que están en guerra y contra las bandas", pero "no lo consiguieron, y el hecho de que no hayan sido votados en las últimas elecciones, es una prueba de que no nos gustaron sus políticas".

Por otra parte, y en cuanto al ascenso cada vez mayor de las mujeres en la organizaciones del narcotráfico, Mendoza ha señalado que "antiguamente se pensaba que era un trabajo de hombres, y solo ellos tenían las sangre fría para sacar todo adelante, pero la realidad ha mostrado que las mujeres son tan buenas como ellos y tienen el suficiente carácter para mandar". Y en cuanto a Samantha Valdés, que vuelve a cruzarse en el camino de 'el Zurdo' convertida ahora en jefa del Cártel del Pacífico, el escritor ha indicado que es un personaje "que en lo particular me llama más la atención y me exige más trabajo", por lo que le ha deseado "larga vida".

Asimismo, y como en novelas anteriores, el autor vuelve a incluir lenguas populares en 'La prueba del ácido', porque, a su juicio, "todos los pueblos generan expresiones que pueden perderse en dos días o durar años, y una manera de legitimar esas palabras es que aparezcan escritas en los medios o en la literatura". Además, "hay autores a los que nos gusta mucho este lenguaje, porque significa que estamos tratando con personajes que son de otras clases sociales o ideológicas, pero que igualmente son personajes vivos, que en literatura tienen que ser tratados como ellos hablan para que sean creíbles".

En cualquier caso, apunta este miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde el pasado mes de agosto, "las academias que estudian la lengua en todo el mundo se están ocupando mucho del lenguaje popular", un hecho que a muchos autores "nos hace muy feliz" porque "será mucho más fácil a la hora de crear los instrumentos para que las personas puedan conocer los significados".