MÉXICO DF, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Mediante el uso de la técnica de tomografía eléctrica, una técnica no invasiva, se han encontrado anomalías en un par de cavidades entre 2 y 3 metros en la parte frontal del Templo de las Inscripciones de Palenque (Chiapas), en el sureste de México.
Gracias a esta técnica se ha podido comprobar que la cripta de Paka II no descansa sobre la roca original, por lo que se demuestra que la cámara funeraria no fue el punto de partida para erigir la célebre construcción maya, como sugirió su descubridor, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier.
El proyecto que realiza investiaciones sobre la pirámide es binacional, y está coordinado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia.
Los ingenieros José Ortega Ramírez y Luis Ángel Villa Alvarado, del Laboratorio de Geofísica del INAH, así como los doctores Maksim Bano y Pascal Sailhac, del CNRS, se trasladaron hace unas semanas a esta zona arqueológica para avanzar en sus estudios.
Villa Alvarado ha explicado que los efectos de la tomografía son similares a los de un electrocardiograma en el cuerpo humano, "sólo que en nuestro caso nos valemos de electrodos en los que introducimos corriente 200 mili-amperes".
Según el técnico, así propaga la energía a través del subsuelo y se leen las diferencias de potencial que se generan por la interacción de la electricidad en el medio. "Para nosotros, la tierra es nuestro paciente", ha añadido Villa Alvarado.
Por otra parte, el doctor Maksim Bano, quien ha colaborado con proyectos arqueológicos en diversas partes del mundo, afirmó que su participación en una de las ciudades más importantes de la cultura maya no se limita a conocer el aspecto físico del subsuelo del Templo de las Inscripciones, sino también "los secretos que pueda guardar la cámara funeraria de un personaje como Pakal --antiguo gobernante de Palenque--".
El propósito del proyecto es, a partir de la información obtenida con el uso del georradar y la tomografía de resistividad eléctrica, desarrollar un proyecto más amplio de investigación, según ha expresado el arqueólogo Arnoldo González Cruz.
Por el momento, no se descarta que las 'anomalías' en el frente del Templo de las Inscripciones aludan a una antigua red hidráulica, aunque todavía tienen que realizarse más estudios al respecto.
En el Templo de las Inscripciones también están teniendo lugar trabajos de mantenimiento, que consisten en sustituir las juntas de cemento por una argamasa de cal, gravilla que evita la filtración de agua de lluvia y, por tanto, problemas de conservación futura.