Publicado 03/11/2015 12:15

México recuerda con un altar a Chavela Vargas

   MÉXICO DF, 3 Nov. (Notimérica) -

   El pasado 5 de agosto se cumplieron tres años de la muerte de la gran Chavela Vargas. Y para honrar su memoria, el Museo de Historia Mexicana exhibe, hasta el próximo jueves, 5 de noviembre, una ofrenda dedicada a la cantante de origen costarricense, naturalizada mexicana.

   Se trata de un altar instalado en el vestíbulo del museo, ubicado en Monterrey, con motivo del Día de los Muertos, celebrado el domingo, 1 de noviembre, y que podrá ser visitado hasta el jueves.

   La instalación es un reconocimiento a la labor de Chavela Vargas como promotora de la música popular mexicana.

   Chavela, polémica por naturaleza, no rehuyó en vida a la muerte: "Me encontraré de tú a tú con la muerte. No le tengo miedo, no le tengo miedo; le tengo respeto. Señora aquí estoy, cuando usted quiera...".

   El 15 de agosto de 2012, María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, 'Chavela', moría en Cuernavaca, Morelos. "Me voy con México en el corazón", fueron sus últimas palabras.

   Lógico que estos fueran sus últimos pensamientos puesto que desde su adolescencia, Chavela vivió, disfruto y amó a México. Poco tiempo antes de su muerte, el fotógrafo César Saldivar tomó la foto monumental que corona la instalación, que se exhibirá hasta el jueves, 5 de noviembre.

   En la ofrenda dispuesta en el frontispicio del Museo de Historia Mexicana, los visitantes podrán escuchar su sentido cantar y conocer la música que la llevó a ser reconocida como una de las embajadoras de la canción mexicana.

   UN RITO RESPETUOSO.

   El altar-ofrenda es un rito respetuoso a la memoria de los muertos, su propósito es atraer su espíritu. Consiste en obsequiar a los difuntos que regresan ese día a convivir con sus familiares, con los alimentos y objetos, preferidos por ellos en vida para que vuelvan a disfrutarlos durante su breve visita.

   La ofrenda o altar de muertos debe poseer los cuatro elementos primordiales de la naturaleza; tierra, viento, agua y fuego. También se coloca sal que purifica, copal para que las ánimas se guíen por el olfato, y flor de cempasúchil para indicar el camino a las almas.