Publicado 18/06/2015 19:45

Novísimos, diásporas y generación cero, la literatura cubana a examen

David Miklos,  Jorge Enrique Lage y  Walfrido Dorta
ARTURO LOPEZ RAMIREZ

   MÉXICO DF, 18 Jun. (Notimérica) -

   El estado de la literatura cubana contemporánea, los tipos de autores que se desarrollan en aquel país, así como la obra y pensamiento del poeta cubano José María Heredia (Santiago, 1803-México, 1839) han sido los temas abordados en el primer día del 'Seminario de Historia y Literatura Poéticas del Presente: Narrar a Cuba 1956-2015', organizado por la División de Historia del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta.

   El crítico y escritor Walfrido Dorta, quien presentó el ensayo 'Narrativa cubana de las últimas dos décadas políticas de la distancia y el agrupamiento', habló sobre los novísimos, diásporas y generación cero, diferentes grupos de autores que realizaron en los últimos años literatura cubana.

   Al referirse a los textos realizados por los novísimos, dijo que estos eran vistos como un gran catálogo de un conjunto de subjetividades que emergieron o se subrayaron en los años noventa como los balseros, drogadictos, prostitutas, rockeros, gays, y lesbianas. "Hay una insistente preocupación por registrar subjetividades que luego se convierten en fetiches mediáticos que van perdiendo esas aristas", dijo.

   El experto señaló que es importante entender que estos autores novísimos pasaron por talleres literarios que empezaron a realizarse en los ochenta, y dijo que el carácter institucional de estos talleres es un espacio que a su juicio "ha incidido en cierta manera colectivista en imaginar la sociabilidad intelectual en la isla y que ha producido capillas literarias y la hegemonía de ciertos patrones estéticos".

   GENERACIÓN CERO Y DIÁSPORAS.

   En su ponencia, Dorta diferenció los textos de autores correspondientes a la generación cero y las diásporas, y dijo que en los primeros su eje central está en el universo de las series estadounidenses, mientras que los escritores de diásporas se remiten a un paradigma de la letra.

   Abundó que los cuerpos de escritura de los novísimos y diásporas son sobre los cuales se posicionan los escritores de la generación cero, quienes, explicó, son los nacidos a finales de los setenta y principios de los ochenta, y que en su opinión producen algunos desplazamientos entre la escritura de diásporas y publicaciones recientes.

   "A mi juicio es inútil como guía identitaria, crónica o suplemento para una antología, es difícil encontrar en los textos de la generación cero suficiencia testimonial o una posición de creatividades sociales, y en ellos figura un escenario narrativo alejado de la geografía cubana", dijo.

   Sobre las posibilidades de publicar en Cuba, indicó que éstas son expeditas, siempre y cuando no se agredan ciertas intervenciones ideológicas, además de estar penalizada cualquier actividad editorial no institucional y que en su publicación predominan los cuentos y novelas cortas.

   "En Cuba está completamente ausente la lógica de mercado y el tiraje de materiales, pues se imprime la misma cantidad de ejemplares, más o menos, para un escritor consagrado y uno nuevo; las pocas novelas que se han publicado no se reeditan y lo más lamentable es que estos libros no pueden comprarse en ningún circuito editorial fuera de Cuba, lo cual se hace bastante precario", puntualizó Dorta.

   LIBROS "DURMIENDO" EN ALMACENES.

   Por su parte, el narrador cubano Jorge Enrique Lage expuso que cuando se le pregunta por el estado de la literatura cubana responde que lo que la singulariza es su orden productivo y de engranaje.

   "En Cuba los escritores que hacen su obra literaria la publican en revistas culturales que pertenecen al Estado, cuando terminan un libro pueden entregarlos a diversas casas editoriales, las cuales están bajo el control y supervisión del Estado, el libro se imprime en editoriales gestionadas por el Estado, después un organismo llamado Distribuidora Nacional del Libro se encarga con camiones de matrícula estatal de mover lo que se imprime en las librerías del país. Todas las librerías de novedad están administradas en locales que son propiedad del Estado y a menudo los libros pasan mucho tiempo durmiendo en almacenes del Estado", apuntó.

   Al tomar la palabra el historiador mexicano Christopher Domínguez Michael entrelazó a México y Cuba a través del escritor José María Heredia (Santiago de Cuba, 31 de diciembre, 1803-Toluca, México, 7 de mayo, 1839).

   Indicó que las literaturas en lengua española al iniciar el siglo XIX era de un retraso enorme, lo que se debía a que el final de la cultura española del siglo XVIII era "calamitosa" comparada con Francia o Estados Unidos y fue el escritor José María Heredia quien rompió con esa situación.

   "José María Heredia es una figura simbólica para el imaginario cubano, él esencialmente es un escritor mexicano, aunque así no se le reconoció y ahí está su tragedia de ser extranjero, lo que lo obligó a regresar a Cuba, pese a lo mucho que se involucró en la política local y los grandes deseos que tenía de documentar su mexicanidad".

   Christopher Domínguez destacó que José María Heredia quiso hacer en México literatura moderna y descubrió que el instrumento para hacerlo era la crítica literaria.

   'Poéticas del Presente: Narrar a Cuba, 1956-2015', se clausura este jueves, 18 de junio, con la mesa redonda titulada 'Del relato postrevolucionario a la ficción global', que contará con la intervención del escritor Carlos Alberto Aguilera (República Checa), Premio David de Poesía de La Habana 1995, y del narrador y editor Ahmel Echevarría (Centro Onelio Jorge Cardoso, Cuba), Premio José Soler Puig de Novela 2012. La clausura estará a cargo del periodista y escritor Homero Campa y David Miklos.