MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La exposición 'Flamboyant. Joana Vasconcelos en el Palacio de Liria', organizada por la Fundación Casa de Alba en colaboración con la artista portuguesa, prorroga su apertura al público hasta el 31 de agosto.
Desde su inauguración el pasado 14 de febrero, la muestra ha recibido más de 80.000 visitantes, según señalan los organizadores. Este proyecto, además, supone el nacimiento de un ambicioso programa de arte contemporáneo impulsado por la Fundación Casa de Alba en el 50º aniversario de su constitución.
Con motivo de este exposición, la Fundación Casa de Alba editó un catálogo bilingüe publicado por Ediciones El Viso que recoge imágenes de las obras y del proceso de montaje, junto a textos curatoriales de Enrique Juncosa. El libro, que fue presentado el pasado 22 de mayo con la participación de la artista, incluye además una introducción de Carlos Fitz-James Stuart, Duque de Alba, que destaca "la obra monumental, colorista y radicalmente diferente de cualquier otra creación contemporánea que es la gigantesca creación de Vasconcelos".
Reconocida internacionalmente por sus esculturas e instalaciones monumentales, la artista lisboeta interviene los salones y jardines del Palacio de Liria, fundiéndose con una de las colecciones histórico-artísticas privadas más importantes del mundo. A diferencia de otras intervenciones similares que la artista ha realizado en palacios, como el de Versalles, Uffizi de Florencia o el de Ajuda en Lisboa, esta es la primera vez que Joana Vasconcelos lleva sus obras a un palacio habitado.
Su propuesta expositiva en el Palacio de Liria establece un diálogo especial no solo entre sus obras y las de los grandes maestros como Velázquez, Goya o Tiziano que pueden verse en sus salones; sino también entre la propia personalidad de la artista y la del duque de Alba, presente en los rincones de este lugar que es también su residencia habitual.
Para ello, la artista ha seleccionado más de cuarenta de sus obras integrándose perfectamente en las diferentes salas del palacio, algunas de ellas no visitables hasta ahora como la capilla, el salón de música y los jardines. "El Palacio de Liria no es un almacén de historia, sino un espacio vivo que se adapta a los contextos contemporáneos sin dejar por ello de preservar su esencia", señala Vasconcelos que pone énfasis en establecer una conversación entre el arte contemporáneo y el legado del palacio.