BOGOTÁ, 4 Jun. (Notimérica) -
¿Sabes cuánto gasta la humanidad en la industria de guerra? Nada más y nada menos que dos millones de dólares... ¡por minuto! El fusil AK-47 es el arma más usada en el mundo con cerca de 100 millones de rifles en uso. A su vez, es el arma que más muertes a causado, alrededor de 250.000 víctimas. El 44 Magnum es para matar elefantes. Su disparo es "súper poderoso", imaginad lo que este balazo haría en la carne humana. Pero estos artefactos también tienen una parte "positiva" en la que ni se pensó cuando se inventaron: Son arte.
Las armas tienen un sentido poco bélico y violento para el artista colombiano Alex Sastoque, un hombre que hace arte con armas para "cultivar la paz" en Colombia.
Las armas vistas como obras de arte, desmembradas, fundidas en las esculturas son verdaderamente inofensivas, inocuas, pedazos de historias, un objeto, que aunque está destinado a matar, paradójicamente también reivindica paz.
Esta obra de Sastoque parte de un proyecto titulado 'Cultivemos la paz' que pretende "transformar armamento de guerra, energía oscura, en luz, arte y cultura", señala el artista.
Pero este "hombre de paz" cuando empieza algo no se rinde fácil. Ha pedido a las Fuerzas Armadas tanques, cañones, basucas, granadas y helicópteros con el objetivo de continuar este trabajo. Porque por su mente pasean ideas "muy grandes" como la de construir en algún lugar de Colombia 'La Torre de la Paz', una obra que se imagina de unos 380 metros de altura, con la forma de una cadena de ADN, que, asegura el artista, "es un símbolo de la vida".
"El arte tiene una labor muy importante. El artista tiene un deber, una obligación de comunicar armonía, paz". Aunque este artista no ha sido el único que ha transformado un arma en una obra artística. Ya lo hizo César López en 2006 cuando inventó la 'Escopetarra', una escopeta cuyo cañón es un mástil de guitarra (y que Juanes ha tocado en alguna de sus presentaciones).
Pese a su insistencia por acabar con la guerra gracias a "armas artísticas", Sastoque no percibe que haya una tendencia marcada en el arte nacional hacia una cultura de paz, ante lo que reivindica que los artistas deben "unirse, comprometerse y dar a la gente mensajes de amor".
"Sigo haciéndome una pregunta sin solución: si mi rifle le quitó la vida a personas, ¿podría ser que yo, un creyente cristiano y ortodoxo, culpable de esas muertes aun cuando fueran enemigos?", dijo en su día el inventor del AK-47, Mijaíl Kaláshnikov.
Nunca será tarde para convertir el armamento en grandes símbolos de paz, como los que realiza Sastoque.