Actualizado 29/07/2014 14:01

El régimen cubano ya no es intocable en cine, música o televisión

La película cubana Conducta
Foto: YOUTUBE

    MIAMI, 29 Jul. (Notimérica/EP) -

   Hay muchas cosas que todavía no se pueden hacer en Cuba, pero hay otras que sí están cambiando. Lo que hace unos años era impensable, hoy se abre paso en la sociedad cubana que vive entre la resignación y la lucha por el aperturismo.

   La cultura tal vez sea la vanguardia de ese "cambio" que tanto los habitantes de la Isla, como quienes la visitan asiduamente, notan y valoran.

   En el cine, la película más aplaudida dentro y fuera del país de los últimos tiempos ha sido 'Conducta', dirigida por Ernesto Daranas y que destaca por su buena acogida entre el público del país caribeño, que la ha aplaudido abiertamente en las salas en las que se ha proyectado, y que también ha llorado con ella.

   En esta obra cinematográfica, que en abril participó en el Festival de Cine de La Habana de Nueva York (Estados Unidos) y que fue premiada en la última edición del Festival de Cine de Málaga (España), se narra crudamente la realidad de muchos niños y adultos en la isla.

   Una de sus protagonistas, una vieja profesora, Carmela (papel interpretado por la gran actriz Alina Rodríguez) debe luchar contra las reglas impuestas y una burocracia que impide dar solución a problemas como el que sufre el otro gran personaje principal: Chala, un muchacho alumno suyo que tiene que ganarse la vida como puede.

   La lucha de Carmela por seguir con su profesión y a la vez gran pasión, la educación, frente a las reglas impuestas, da pie en muchos momentos a críticas abiertas a lo establecido.

   Ella desafía las imposiciones en su afán de cuidar y proteger a sus alumnos y eso le trae problemas. Cuando en su colegio sugieren que deje la docencia porque "a lo mejor ha sido demasiado tiempo", Carmela responde: "No tanto como los que dirigen este país".

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   Temas como la emigración cubana; la situación de personas presas en la isla por motivos políticos; o la religión, también son abordados en la cinta, que cuenta con la producción del Ministerio de Cultura de Cuba y del Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos.

   Según su director, el tema de la película responde a inquietudes personales. "Luego de un cuarto de siglo de crisis, los cambios que finalmente están teniendo lugar en nuestra sociedad y economía no han logrado el impacto esperado en nuestros sectores más humildes. Lo que sí hemos visto es que a todos los niveles se hable de crisis de valores, sin que se aborden a fondo sus causas. Los niños son el gran blanco de esos problemas", dijo en una entrevista con Televisión Cubana.

LA MISMA CASA, DIFERENTES TIEMPOS

   Si el cine cubano tiene en 'Conducta' su película abanderada en lo que supone una abierta crítica a aquellas estructuras que no funcionan, en la música, el cantautor Tony Ávila, quien se define como "revolucionario" intenta con sus canciones realizar una "fotografía musical" de lo que él mismo vive y de lo que vive la gente que le rodea, según el mismo confiesa.    

   En sus canciones, como 'Mi casa Punto CU'; ¿Qué tendrá que pasar? ; 'El mundo de los más'; o 'Balseros', Ávila ejerce la crítica "por derecho" y pone "el dedo en la llaga pero desde el respeto", asegura el trovador, quien confiesa haber tenido algunos problemas por ello, pero también por las interpretaciones no acertadas que se dan a veces a sus composiciones.    

   "Voy a quitar las viejas cerraduras, creo que están de más ciertas paredes, aprendí con el tiempo que se puede cambiar, sin que se dañe las estructura"... "al cabo esta será la misma casa, los que no son iguales son los tiempos", dice en 'Mi casa Punto CU'.

   En una línea entre la crítica velada y el amor por su tierra, en 'Balseros' el cantautor deja que quienes escuchen la canción, saquen sus propias conclusiones sobre la emigración de los cubanos hacia Estados Unidos. "Cómo le pongo al gato el cascabel, yo que me quedo en este litoral, no es mi enemigo todo el que se fue".

   Estas y otras canciones, en las que habla de temas más livianos, han hecho a Tony Ávila un artista admirado en la Isla, donde, tal vez cada uno interpreta sus mensajes a su manera. Por ejemplo respecto de la canción en la que dice que "hay gente que está en la cima y no fue a la loma, pero está en la cima", el cantautor señala que "para muchos en Cuba la cima puede ser el poder y la loma la Sierra Maestra". "Saque la gente sus propias conclusiones", apunta.

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   El cantautor tuvo una desagradable experiencia en un reciente viaje a Miami, que provocó la cancelación de casi todos sus conciertos, ante las protestas de cubanos residentes allá. Cuando fue entrevistado por Cubasí, en relación a esta vivencia, hizo una declaración con la que seguramente se pueda entender mejor el mensaje de sus canciones.

    "Cuba con sus virtudes y sus defectos es mi país. Es el país donde quiero vivir, donde me quiero morir, es el país por el que quiero morir si tuviese que hacerlo y por el que quiero vivir y al que le quiero cantar, incluso cantarle las cuarenta, como decimos los cubanos, cuando lo tenga que hacer, creo que es la manera más positiva que tengo de contribuir a que Cuba mejore y crezca, siga creciendo".

   Tony Ávila ha tenido que defenderse también de una grave acusación. Haber agredido a una Dama de Blanco, cosa que él ha negado rotundamente. Fue en el programa 'Arrebatados', de América TeVé, al que fue a promocionar su música en Miami, donde le sacaron el tema. "Yo no he pegado nunca a nadie, ni siquiera a mis hijos", dijo el cantautor, al que vapulearon en dicho programa, a pesar de que él dejó claro que no había ido a "hablar de política".

LA CARTILLA DE RACIONAMIENTO

   Dicen que el humor sirve, en lo personal, para defenderse cuando nos sentimos amenazados, y en lo público, para tratar temas que de otra forma tal vez no podríamos abordar. 'Pánfilo' hace exactamente eso en 'Vivir del Cuento', un programa humorístico que se emite los lunes, a última hora de la tarde, por el canal Cuba Visión.

    Muchas familias cubanas se sientan a las 20.30 horas en torno al televisor para pasar un buen rato con las ocurrencias de este anciano un tanto disparatado, que habla sin problemas de cuestiones como la corrupción, el burocratismo, la calidad de los servicios o los productos básicos alimenticios, encarnados, estos últimos, en la libreta de racionamiento que le ha "acompañado toda su vida" y a la que en uno de los capítulos quiere homenajear con un monumento o una exposición en su propia casa.

   Sus hilarantes conversaciones con su amigo 'Chequera' están llenas de guiños hacia las situaciones problemáticas a las que se tienen que enfrentar los cubanos cuando deben resolver cosas tan sencillas como cambiar algo de la casa que se ha estropeado; realizar un trámite o cualquier otra actividad cotidiana.

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   Su protagonista, Luis Silva, es en la vida real un joven matemático de 35 años, profesor universitario, que ha encontrado en la actuación su verdadera pasión y cuyo personaje en 'Vivir del Cuento' es muy querido por los cubanos.

   Cuando en una entrevista online en abril, televidentes preguntaron a Silva si había tenido problemas por sus críticas en tono humorístico, respondió que no, porque 'Vivir del cuento', y Pánfilo especialmente, "han corrido con la suerte de estar viviendo nuevos tiempos".

   "Hay que reconocer que temas que hoy tocamos y críticas que hacemos, hace unos años, no muchos, ni soñar que aparecieran en televisión. Y eso es un gran paso de avance", dice Silva, quien destaca que lo que hace que su programa tenga tanto éxito es que la gente se identifica con las cosas que se abordan en él.

   "Puedes ver un problema de Pánfilo, que lo tienes tú mismo. Y lo que te viene a la mente es: contra, no estoy solo", comenta.

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