Actualizado 11/06/2017 07:15

El rito del yagé colombiano, muy lejos de ser una droga

Ayahuasca
REUTERS

   BOGOTÁ, 11 Jun. (Notimérica) -

   Lejos de ser una droga de consumo, el yagé o ayahuasca son ritos milenarios en Colombia, no aptos para aquellos que no saben como consumirlo o no están acostumbrados.

   Este fue el caso de un joven británico de 19 años que falleció en 2014 al participar en uno de estos ritos. La prensa internacional señaló entonces a los grupos indígenas como culpables de la muerte del turista, algo muy lejano de la realidad.

   Los ritos indígenas, parte de la cosmología y la forma de vida de estos grupos, no tiene como objetivo hacer mal a ninguno de sus participantes. En el caso del fallecido, había llevado a cabo numerosos excesos en su viaje por Colombia, de forma que el yagé terminó con su vida. Los riesgos del consumo de esta sustancia, al igual que otras como el cannabis, depende de los antecedentes clínicos y mentales de cada persona.

   Los rituales y celebraciones en torno al consumo del yagé son defendidos por los indígenas como parte sustancia de su cultura, así como un conocimiento milenario, heredado de los ancestros más sabios del grupo.

   Liberar a este tipo de rituales del estigma de la droga es un reto para el Gobierno de Colombia, en concreto para el Ministerio de Cultura. La relación espiritual que supone el consumo de esta sustancia poco tiene que ver con el consumo de drogas como algo relacionado con la 'diversión'.

   Lejos de consumirse como un droga, el yagé o ayahuasca relaciona a estos grupos indígenas con la naturaleza de la que dependen, supone un ejercicio de espiritualidad y una tradición milenaria entre los grupos indígenas amazónicos, que ha de ser protegida, puesta en valor y alejada del estigma de las drogas.