MADRID, 28 Jul. (Notimérica) -
Yaroslav Smirnov, conocido como el 'ruso loco', lleva una vida nómada en la cual ha recorrido durante dos años y medio los países de Iberoamérica sin utilizar dinero: a cambio de alojamiento y todo lo demás que necesite ofrece su trabajo, información y creatividad. Su único objetivo es cumplir su sueño y ser él mismo.
El apodo del 'ruso loco' se lo pusieron "en Azteca TV en México", cuenta Yaroslav al portal 'Russia Beyond The Headlines'. "Es una gran marca que se queda en la mente de la gente. Además la he registrado en EE.UU., se puede decir que oficialmente soy el único 'ruso loco'". Además, asegura que le encanta este nuevo nombre "porque solo los locos pueden cambiar el mundo y, de hecho, lo cambian".
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Yaroslav tuvo que hacerse un hombre mucho más rápido que cualquier niño de sus edad. Cuando tenía 12 años, ya tenía una pequeña tienda y vendía alimentos en la playa. A partir de los 15, Yaroslav se fue de casa de sus padres para ingresar en la Universidad formando parte de un programa especial para niños con talento.
"Pero yo no creo que tenga talento, simplemente me gusta la física y la ciencia en general", señala.
Con la mayoría de edad Yaroslav se fue a estudiar a China, pero dejó sus estudios dos semanas después de llegar al país, "porque vi muchas posibilidades de hacer negocios en Hong Kong, abrí mi propia empresa y conocí a mi exmujer".
Sin embargo, este ruso se cansó de la vida sedentaria y monótona en la que se encontraba viviendo en aquel momento y decidió dejar su negocio, cerró sus cuentas bancarias, se divorció de su esposa y lo cambió todo por un sueño. Primero se fue al Tíbet (China), donde pasó seis meses como monje, ya que era su "sueño desde que era pequeño". Después de esta experiencia empezó una vida nómada en la que ya ha recorrido 135 países desde hace cinco años.
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Lo más curioso de los viajes de Yaroslav es que no paga con dinero, sino que utiliza el principio del trueque: intercambia su conocimiento, información, creatividad y experiencia por algo que necesita, "como lo hacen en las tribus".
Además, ha organizado festivales de música electrónica en México y Guatemala y ha trabajado como fotógrafo 'freelance' para la revista 'The National Geographic' "no por ser el mejor fotógrafo del mundo, sino porque llegaba a los sitios a los que no llegaba casi nadie", indicó.
También ha ejercido la profesión de torero en México, donde estudió en la Academia de Guadalajara. "No mato los toros, me dan pena. Soy partidario de la nueva corrida, es algo intermedio entre la acrobacia y la corrida, sin martirizar al animal y sin hacerle sangrar", aseguró Yaroslav.