Actualizado 31/03/2017 02:47

¿Sabes en qué hecho real está basada la novela de Moby-Dick?

   SANTIAGO DE CHILE, 20 Nov. (Notiomérica) -

   "Aunque el mundo desdeña a los balleneros, sin embargo, y sin tener conciencia de ello, nos rinden el más encendido homenaje. Pues casi todos los cirios, lámparas y bujías que arden en los confines del globo lo hacen, para gloria nuestra, con aceite de ballena", relata Herman Melville en su obra insignia, 'Moby-Dick', una novela sobre la empresa autodestructiva que decide emprender el capitán Ahab: cazar a un inmenso cachalote blanco, Moby-Dick.

   El origen de la historia del capitán Ahab y su tripulación, publicada en 1851, no solo proviene de la imaginación de Melville y de los años que pasó navegando. El germen de esta obra es un hecho real: el naufragio del ballenero Essex a 3.700 kilómetros de la costa de Chile, en 1820, tras ser embestido por un cachalote.

   El Essex, un barco ballenero de 27 metros de eslora, salió de Massachusetts (Estados Unidos) en 1819 con un viaje de dos años planeado, para cazar ballenas en la zona del Pacífico sur. Capitaneados por George Pollard Jr, el 20 de noviembre de 1820, cuando la tripulación se encontraba arponeando a una manada de cachalotes, uno de ellos, mucho más grande de lo normal, embistió la embarcación en dos ocasiones y provocó su hundimiento.

   Los 21 tripulantes del ballenero salieron airosos del hundimiento del barco y se embarcaron en tres pequeños botes que usaban como salvavidas. Se encontraban a 3.700 kilómetros de la costa de Antofagasta, Chile, y para sobrevivir los marineros solo contaban con una pequeña reserva de alimentos y agua.

   Tras varios días de navegar a la deriva, alcanzaron isla Henderson, donde desembarcaron y pasaron una semana alimentándose de pescado, aves y vegetales de la isla. Tras agotar los recursos de esta, 18 de los tripulantes del Essex decidieron volver a hacerse al mar. Tres de ellos optaron por quedarse.

   La desnutrición de los marineros que decidieron seguir navegando les llevó a sufrir diarrea, síncopes, debilidad, edema y deficiencias vitamínicas. Esta extrema situación física, unido al aislamiento, la desesperación y el síndrome de abstinencia que sufrieron, ya que todos eran fumadores, se tradujo en comportamientos violentos y extraños, robos y enfrentamientos.

ANTROPOFAGIA

   Debido a la carencia de recursos, los marineros fueron muriendo uno a uno. Las primeras víctimas del naufragio fueron amortajadas con sus ropas y tiradas al mar, como dicta la costumbre entre los marinos, pero tras agotarse la comida, se vieron obligados a recurrir al canibalismo de los compañeros fallecidos para poder sobrevivir.

   Finalmente, la situación se volvió insostenible. Ante la ausencia total de alimentos, decidieron sortear quien debía morir para la supervivencia de los demás. El primo menor del capitán, Owen Coffin, perdió le sorteo. También debió someterse al azar quien sería el ejecutor de Coffin y en esta ocasión perdió Charles Ramdell, amigo de la víctima. Los restos de Coffin fueron consumidos por sus compañeros como única posibilidad de supervivencia.

   95 días después del hundimiento del Essex, los supervivientes fueron rescatados por un barco ballenero, quienes encontraron a los marineros en un estado de disociación extremo y con claros signos de desnutrición. De los 18 hombres que habían salido de la isla, solo sobrevivieron cinco.

   Los tres tripulantes del barco que habían decidido quedarse en la isla fueron rescatados días después, también al borde la muerte. 21 marineros salieron de Massachusetts y solo 8 pudieron volver a pisar tierra.

   La historia del ballenero Essex llegó a oídos de Herman Melville cuando se encontraba navegando. Consiguió finalmente entrevistarse con el hijo de Owen Chase, uno de los supervivientes de naufragio, quien le prestó al escritor un relato escrito por su padre: 'Narración del más extraordinario y desastroso naufragio del ballenero Essex', historia a partir de la que Melville creó su famoso 'Moby-Dick'.