CARACAS, 10 Oct. (Notimérica) -
La independencia de los países de Iberoamérica estuvo profundamente vinculada con la expansión de las ideas revolucionarias e ilustradas del siglo XVIII. La modernización de la sociedad se puso en marcha creando un sentimiento de nación y una nueva consideración por la vida humana.
La pena de muerte fue una de las medidas que instauró el Imperio español para castigar a aquellos que no acataban sus leyes. Así, su abolición se tornó indispensable para tomar distancia con la metrópoli. De esta forma, ocho de los primeros países que la prohibieron a nivel mundial fueron iberoamericanos, siendo el primero de ellos Venezuela en el año 1863.
Con tantos partidarios como detractores, lo cierto es que las ejecuciones se realizan cada vez en menos territorios. Solamente Cuba y Guatemala mantienen la pena de muerte en sus Constituciones, además, en Brasil, Perú, El Salvador y Chile podría ser utilizada en tiempos de guerra.
La Coalición contra la Pena de Muerte propuso, en 2003, que tal día como hoy se conmemorase un día en su contra. Por ello, cada 10 de octubre se pone de relieve que este tipo de castigo no supone ninguna ventaja para la sociedad y viola los Derechos Humanos más fundamentales.
Con un foco de interés distinto cada año, en esta ocasión se pretende "sensibilizar sobre las razones por las cuales las personas que viven en la pobreza corren un mayor riesgo de ser condenadas", según la web de la Coalición.