Publicado 17/06/2015 16:48

El Teatro Bolshoi de Moscú desembarca en Brasil por primera vez desde 1999

Bolshoi ballet dancers perform in the closing ceremony for the Sochi 2014 Winter
LUCY NICHOLSON / REUTERS

   SÃO PAULO, 17 Jun. (Notimérica) -

   El mítico Teatro Bolshoi de Moscú desembarca esta semana en Brasil, país que no pisa desde 1999, para presentar en Río de Janeiro y en São Paulo los ballets 'Giselle'' y 'Spartacus', con un elenco de bailarines de primera fila entre los que también hay tres brasileños.

   Se trata de Erick Swolkin, Bruna Gaglianone y Mariana Gomes, que bailarán con el Bolshoi por primera vez en su tierra natal. Swolkin y Gaglianone se conocieron en Joinville (estado de Santa Catarina), ciudad en la que el emblemático teatro ruso tiene su única escuela filial en el mundo, donde forma bailarines que luego pueden entrar a formar parte del cuerpo de baile principal.

   Poco después de conocerse fueron llamados a Moscú para unas pruebas y pasaron a integrar la compañía joven. En pocos años ya han destacado hasta el punto de bailar en cuartetos y sextetos, en una compañía que cuenta con 300 integrantes, según han relatado estos días a la prensa local. Su compañera Mariana Gomes fue la pionera, llegó a Moscú con 18 años en 2006 siendo la primera extranjera formada fuera de Rusia contratada por el prestigioso teatro.

PROGRAMA COMPLEMENTARIO

   En su gira por Brasil el Bolshoi presentará un programa complementario: por un lado, el clasicismo de 'Giselle', el baile romántico en dos actos que se estrenó en 1847 y con versión basada en la adaptación que hizo Marius Petipa en 1887. Cuenta la historia de amor de una joven campesina por un noble disfrazado de aldeano; al descubrir el engaño la joven muere y se transforma en un ser mágico que desde la oscuridad del bosque condena a los hombres a danzar hasta la muerte.

   'Spartacus', en cambio, no es una pieza tan habitual en los escenarios y es la que más expectación ha despertado: el ballet de tres actos relata la historia del esclavo que lideró una rebelión contra el Imperio Romano y en el mundo de la danza destaca por el protagonismo masculino, ya que es una de las poquísimas obras en las que se puede ver bailar a tantos hombres en escena al mismo tiempo. La versión de la compañía fue creada por Yuri Grigorovich en 1968 y estrenada por Vladimir Vasilkiev y su mujer, Ekaterina Maximova, en los papeles principales.

BUQUE INSIGNIA DE LA CULTURA RUSA

   Creado en 1776, el teatro -cuyo nombre significa 'grande- ha sobrevivido al zarismo, al fin del comunismo y a la Segunda Guerra Mundial; pasó por graves dificultades financieras en los años 90, hasta que en los 2000 se recuperó y empezó a lanzar nuevas figuras a la élite de la danza, como Svetlana Zakharova, Ivan Vasiliev y Natalia Osipova.

   El Boshoi está considerado el buque insignia de la cultura rusa y una potente arma de política exterior, pero no se libra de los escándalos: en 2013 su director, Sergei Filin, fue agredido con ácido en la cara y poco después se descubrió que el ataque partió de uno de los bailarines, Pavel Dimitrichenko.