Actualizado 15/09/2018 01:09

El tren de lujo con el que puedes conocer Ecuador de norte a sur en 4 días

El tren crucero de Ecuador
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   QUITO, 15 Sep. (Notimérica) -

   Conocer Ecuador de norte a sur ya es posible de la mano del nuevo atractivo turístico del país iberoamericano: el tren crucero. La construcción del denominado como 'el ferrocarril más difícil del mundo' alberga ahora una expedición de lujo.

   La singular experiencia consiste en viajar a bordo de un tren que, a modo de interrail, recorre el país de una punta a otra visitando algunos de los lugares más emblemáticos mientras se disfruta de la "gastronomía ancestral".

   Aquellos que decidan apostar por este periplo podrán elegir entre comenzar el trayecto en los Andes y acabarlo a orillas del océano Pacífico o bien hacer el recorrido en sentido contrario. La primera opción se conoce como 'Tren de las maravillas' y la segunda como 'Tren a las nubes'. Cualquiera de estas dos rutas atraviesan el corazón de Ecuador en tiempo récord, solo cuatro días.

La inversión que ha de realizarse para poder disfrutar de esta experiencia es de 1.735 dólares por persona, es decir, unos 1.500 euros.

   La popularidad del tren crucero por Ecuador cada vez es mayor debido a que ha sido reconocido como el Mejor Tren de Lujo en América del Sur desde 2014.

   

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL COMO MÁXIMA

   Los proyectos de emprendimiento turístico ya no tienen cabida en la agenda de la mayoría de los turistas si su responsabilidad social con el entorno físico y social no se garantiza. En este sentido, el tren crucero también se postula como líder del sector.

   Tanto es así que en 2016 fue nombrado ganador del 'Mejor Proyecto de Turismo Responsable a nivel mundial', así como el 'Mejor en Reducción de la Pobreza e Inclusión Social', por parte de los World Responsible Tourism Awards durante la Feria World Travel Market de Londres.

   La participación de las comunidades locales es imprescindible para el desarrollo de este proyecto debido a que ha favorecido la creación de más de 5.000 empleos directos e indirectos. Además, durante el trayecto se venden souvenirs o productos gastronómicos autóctonos que buscan el empoderamiento de las economías indígenas cuyos hogares limitan con la ruta del tren.