SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES (MADRID), 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La taekwondista española Adriana Cerezo explicó este martes que el año después de los Juegos de Paris 2024 es "el de la ilusión", como un "lienzo en blanco" y "una oportunidad para crear la deportista" que quiere ser "cada día y de cara a Los Ángeles", después de la "caída" en la capital francesa el verano pasado.
"Volver fue ir con todo, decidimos que Los Ángeles era el siguiente paso, volver y entrenar. Lienzo en blanco, empezar de cero, ver las cosas que nos encantan y las cosas que hay que mejorar. Es una oportunidad para crear la deportista que quiero ser cada día y de cara a Los Ángeles", expresó la alcalaína a los medios en un evento de Universae en San Sebastián de los Reyes.
Acompañada por sus compañeras del club Hankuk Luana y Viviana Márton, Cerezo afirmó que "el año post olímpico es el año de la ilusión, partiendo de la caída en París". "Me gusta entrenar, pasar tiempo en el gimnasio, lo veo como un año de oportunidades", insistió la subcampeona olímpica en Tokyo 2020 (-49 kg).
Cerezo, de 21 años, tuvo que conformarse en París con un noveno puesto, pero ahora ya piensa en mejorar. "No es un cambio de chip a mitad de camino, es en el día a día", reiteró la apasionada de los entrenamientos diarios en el gimnasio, donde se evalúan "todas las semanas". "Es muy importante tener el mismo lenguaje y entendernos, todos en la misma línea. No hay una fórmula secreta para ser campeón, pero nosotros vamos a seguir todos el mismo camino y seguirlo a tope", agregó.
En el acto de renovación del apoyo de Universae al club Hankuk, la española aprovechó para recordar que "es muy importante que haya instituciones que den facilidades" para que los deportistas de élite compaginen los estudios con su carrera deportiva. "Nosotros viajamos muchísimo, y yo puedo estudiar mientras viajo", advirtió cuando acaba de graduarse en criminalística.
"Nos tienen que dar las herramientas, sin que nos regalen nada. Mucha gente tiene que decidir entre su carrera deportiva o los estudios, pero no tiene que ser así, las dos cosas se complementan muy bien. Y muchas veces dependes de la buena voluntad de un profesor", añadió.
Para la húngara Viviana Márton, campeona olímpica en París en -67 kg, después de los Juegos "es importante descansar", aunque "hay que volver a centrarse mentalmente y físicamente, para no perder tiempo". "En taekwondo, no hay temporada de descanso, tienes que estar activo todo el año. Y hay que volver al entrenamiento al cien por cien", avisó, después de asegurar que Hankuk es el lugar perfecto para llegar "a lo más alto".
"Es muy importante tener vacaciones, porque los Juegos cansan muchísimo. Empiezas a entrenar, sales a pequeñas competiciones, pero luego ya hay campeonatos muy importantes, no se puede perder mucho el tiempo. Físicamente y mentalmente, seguimos igual antes o después de unos Juegos", completó su hermana Luana, oro mundial en 2023 en -57 kg.
Y el mentor y guía de las tres deportistas es Jesús Ramal, su entrenador y responsable del club. "Son gente normal, no hay que ir a Michael Jordan, que es un galáctico. Las tenemos en casa, te puedes cruzar con ellas cuando vas a comprar el pan. Están compaginando su carrera deportiva con los estudios, Adriana acaba de terminar la carrera, y lo consiguen manteniendo el foco y con trabajo", relató.
Con Cerezo, Hankuk tiene a "una estrella" que "enamoró a España en Tokio, es marca España". Y forma parte de un grupo que ha celebrado 26 medallas en grandes eventos en 2024: 13 de oro, 7 de plata y 6 de bronce en grandes eventos. "A nivel mundial, muy poca gente puede decir esto, entrenar con dos medallas olímpicas y campeones del mundo", aplaudió Ramal.
Hankuk ya puede presumir de tener, para grandes eventos de este año, a 20 deportistas diferentes clasificados, 12 de ellos para el Mundial. Por todo este éxito, agradecen el apoyo de instituciones como Universae, con quien mantienen una alianza "superimportante" para que sus deportistas "sigan creciendo y que las futuras generaciones vean que lo pueden lograr", expresó Suvi Mikkonen, presidenta del club.
Y Hankuk se fundó en 1977 gracias a la idea de un entrenador coreano. En el 1991, Ramal ya era asistente y en 1996, instructor. "A partir de 2006-2007, nace el enfoque olímpico, con el primer campeonato potente, el preolímpico de 2008 en Turquía. Perdimos en el primer combate, pero la experiencia fue muy buena, ahí me di cuenta de que había que cambiar el concepto", explicó Ramal.
"Surgió la necesidad del olimpismo, empezó a crecer la semilla. En 2010 me ofrecieron ser el entrenador olímpico de Finlandia, estuve 11 años allí y aprendí mucho. Apareció con 11 años Adriana, con la pasión y la alegría del entrenamiento. Y eso ha ido creciendo, con un entorno agradable de aprendizaje. Unos se alimentan de otros y se crean las sinergias para que no tengan miedo, que exploren. Y de la pasión nace la motivación para buscar la grandeza deportiva", concluyó.