Actualizado 27/06/2013 20:46

CICLISMO-La actitud ante el dopaje está cambiando tras escándalo de Armstrong

Por Julien Pretot


PARIS, 27 Jun. (Reuters/EP) -

- El fantasma del legado contaminado de Lance Armstrong ensombrecerá la edición centenaria del Tour de Francia, pese a que el ciclismo ya ha comenzado su muy necesitada transformación.

Mientras los pedalistas se han distanciado del estadounidense y todo lo que ahora representa, en las mentes de los aficionados y expertos permanecerá el hecho de que es el primer Tour desde que Armstrong admitiera haberse dopado durante sus siete victorias entre 1999 y 2005.

No obstante, el norteamericano Andrew Talansky, uno de los muchos ciclistas estadounidenses que han crecido viendo a Armstrong subir las montañas francesas sin esfuerzo, cree que ahora se puede confiar en el ciclismo.

"Lo primero que quiero decir a la gente que se pregunta '¿por qué podemos creer ahora en el ciclismo?' es que ahora hay chicos como (el francés) Thibaut Pinot que en su primer año en el Tour está entre los diez primeros", dijo Talansky, del Garmin-Sharp, a Reuters en una entrevista reciente.

Su compañero de equipo David Millar, un pedalista que se dopó y luego mostró su arrepentimiento, cree que la cultura del dopaje en el ciclismo es la carga de la nueva generación - no algo que los jóvenes van a perpetuar.

"Les enfada más que nada en el mundo tener que cargar con los errores de otra generación", dijo Millar a Reuters. "Creo que ese cambio ya ha tenido lugar".

"Educamos a nuestros jóvenes corredores diciéndoles que pueden hablar de ello, nunca los coartamos", explicó.

Pero no todos los equipos se sienten tan cómodos como el Garmin-Sharp a la hora de hablar del dopaje pasado en el ciclismo.

Antes esta temporada, BMC dijo a sus ciclistas que no contestaran preguntas relacionadas a Lance Armstrong.

La percepción de los tramposos dentro del deporte también está cambiando.

Mientras el francés Christophe Bassons se retiró del Tour de 1999 diciendo que Armstrong lo había intimidado por hablar en contra del dopaje, los que son descubiertos ahora son mal vistos por una gran parte del pelotón.

Cuando el veterano italiano Danilo Di Luca dio positivo por EPO (eritropoyetina) en el Giro de Italia el mes pasado, fue criticado abiertamente en las redes sociales.

"¡Di Luca! ¡El dopaje en el ciclismo desapareció, pero no en tu mundo del ciclismo! ¡Tolerancia cero para los tramposos! Espero que nunca más vuelvas a correr", escribió el velocista alemán Andre Greipel en su cuenta de Twitter.

Otra muestra de que los tiempos están cambiando la protagonizó el equipo francés AG2R La Mondiale este mes, cuando se suspendió a sí mismo durante una semana y se perdió el Critérium du Dauphiné al seguir las normas del Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC).

Las regulaciones del MPCC dictan que un equipo debe suspender su participación si se ve involucrado en dos asuntos de dopaje en un periodo de 12 meses.

"Hay una nueva generación de ciclistas que no tienen nada que ver con el dopaje y que pueden ganar carreras", dijo a Reuters el presidente de la Unión de Ciclismo Internacional Pat McQuaid el mes pasado.

(Traducido en la Redacción de Madrid, editado por Javier Leira)