Por Julien Pretot
CALVI, Francia, 1 Jul. (Reuters/EP) -
- Dos días después de sufrir un momento embarazoso en el Tour de Francia cuando su autobús se quedó atrapado en la meta pocos minutos antes de que llegaran los ciclistas, el equipo australiano Orica-GreenEdge fue protagonista por un buen motivo cuando Simon Gerrans ganó la tercera etapa de la prueba.
El australiano Gerrans batió al favorito eslovaco Peter Sagan y al español José Joaquín Rojas, en una jornada con un recorrido de 145,5 kilómetros con pequeños ascensos entre Ajaccio y Calvi, en la isla de Córcega.
La victoria de Gerrans, la segunda en el Tour tras ganar la decimoquinta etapa en 2008, fue la primera de su equipo y se produjo dos días después de que su bus se quedara atascado en la línea de meta minutos antes de que el pelotón, a gran velocidad, terminara la etapa.
"Definitivamente fue un día raro (el sábado). Nadie en el equipo, o en el mundo, lo esperaba. Después vimos las imágenes del autobús atrapado en la línea de meta. Realmente no puedes hacer otra cosa que reírte de la situación", dijo Gerrans en rueda de prensa.
"(Nuestro conductor) hizo un trabajo fantástico, estamos orgullosos de él. Estaba avergonzado así que sentimos un poco de lástima por él", agregó.
El belga Jan Bakelants mantuvo el maillot amarillo de líder al finalizar en el pelotón principal después de que su equipo, el RadioShack-Leopard, controlara el ritmo en la parte final de la etapa.
"Este año tenía como objetivo la primera parte del Tour. Puse toda mi fe en Daryl (Impey), que es uno de los mejores lanzando el sprint. Ayer lo cuidé yo y hoy me cuidó a mi", dijo Gerrans, que ganó la clásica Milan-San Remo en 2012.
"Me dejó a 200 metros de la meta. Realmente no estaba seguro de quien ganó. Estoy feliz de haber sido yo".